La situación de los empresarios agrícolas es igual a la presente cuando asumió Macri: el Estado se lleva 66 de cada 100 pesos producidos
En el presente mes de diciembre la participación del Estado en la renta agrícola es en promedio del 66,2%, según el Índice Fada.
En el presente mes de diciembre la participación del Estado en la renta agrícola es en promedio del 66,2%, según el Índice Fada. Es decir: la sumatoria de los impuestos provinciales y nacionales se llevan 66 de cada 100 pesos que genera una hectárea agrícola promedio a nivel nacional.
Se trata de una cifra que, si bien es inferior a la registrada en la anterior medición realizada en septiembre pasado (71.1%), se encuentra en el mismo nivel que el presente dos años atrás (66.3%), cuando el actual presidencia Mauricio Macri asumía su mandato presidencial.
El indicador –que pondera la situación a nivel nacional de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol– es un reflejo de la pérdida de competitividad agrícola promovida por la sobreapreciación del peso argentino (que incrementa los gastos internos medidos en dólares) junto con el crecimiento del costo de los servicios (producto del impuesto inflacionario resultante de un excesivo gasto público crónico).
Además, el grueso del índice se compone de soja, un producto que tiene un impuesto fijo sobre los ingresos brutos (derecho de exportación del 30%), el cual tiene una incidencia creciente a medida que el margen del negocio se licúa por los bajos precios internacionales.
Otra manera de observar la situación –siempre con los datos correspondientes al presente mes de diciembre– es cómo se reparte la torta del valor bruto de producción de la canasta de cultivos seleccionados para elaborar el Índice Fada: 46.6% costos (insumos y servicios), 33.2% impuestos nacionales, 9.8% renta o costo de oportunidad de la tierra, 2.1% impuestos provinciales y 8.3% resultado agrícola (el sueldo de productor). La medición no considera impuestos municipales.
Es decir: en la actual campaña agrícola los propietarios de campos –considerando una situación climática normal– recibirán en promedio una mayor proporción de la torta del negocio que los empresarios.
Un dato interesante es que el índice correspondiente sólo a la soja es de 69.4% versus 49.5% el maíz. Tan escasa diferencia –considerando que la oleaginosa tiene un retención del 30% y el maíz está libre de ese tributo– indica que sin ese impuesto la competitividad de la soja respecto del maíz sería tan elevada que el área sembrada con el cereal probablemente se caería a pedazos.
La renta agrícola es el resultado de restarle al valor de la producción, los costos de producir, comercializar y transportar la producción. Por lo tanto, si suben los costos, la renta baja y el indicador sube. Y si, como es el caso actual, bajan los precios, se reduce el valor de la producción, disminuye la renta y, nuevamente, aumenta el índice Fada.
Fuente: Valor Soja