Desarrollan un yogur en polvo con el propósito de generar un nuevo alimento destinado a sectores de la población en riesgo
Un equipo de investigación del Laboratorio de Preservación y Evaluación Sensorial de Alimentos de la UCA está evaluando la viabilidad de desarrollar un yogur en polvo .

Un equipo de investigación del Laboratorio de Preservación y Evaluación Sensorial de Alimentos de la UCA está evaluando la viabilidad de desarrollar un yogur en polvo para
“Aproximadamente con unos 400 gramos de yogur en polvo es posible reconstituir un litro de yogur bebible a partir del agregado de agua”, indicó hoy la becaria doctoral Caterina Bater.
“La posibilidad de contar con una formulación en polvo de este alimento rico en nutrientes, vitaminas y beneficioso para el sistema digestivo, podría facilitar la distribución del mismo en grupos vulnerables y zonas de catástrofe”, añadió Caterina durante una recorrida realizada durante el acto de inauguración del nuevo complejo de laboratorios de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias de la UCA (localizado en el barrio porteño de Puerto Madero).
Los investigadores de la UCA están evaluando –a partir de muestras obtenidas con yogur bebible sin azúcar– si la formulación en polvo puede mantener propiedades nutricionales y organolépticas similares a las del producto original un vez reconstituido, además de calcular el período de vencimiento del mismo.
Una vez finalizada la evaluación, la misma podría resultar útil para desarrollar un nuevo producto con fines asistenciales, para complementar, en ese sentido, la oferta de leche en polvo presente en la mayor parte de los programas alimentarios.
En el mercado argentino algunas empresas producen yogur en polvo, el cual, mezclado con aceite vegetal, se emplea para realizar baños de repostería en barritas de cereales.
En 2013 investigadores del Conicet y la UCA desarrollaron de un polvo que contiene compuestos y sustancias propias del vino, que resultó ganador de la tercera edición del premio auspiciado por el Grupo Arcor y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
Foto. Becaria doctoral Caterina Bater
Fuente: Valor Soja