El oro verde que pocos cultivan
En las tierras sanjuaninas germinan plantaciones de pistachos que requieren costos mínimos y se exportan con exclusividad a todo el mundo.

Argentina comenzó a hablar de pistachos a partir de 1980 cuando en San Juan se germinaron de manera experimental semillas traídas de Irán. La latitud 32, coordenada en la que se ubica la provincia, resultó ideal para el cultivo ya que reúne frío y calor a la vez, convirtiendolo en el denominado “oro verde” porque las condiciones de plantación con costos mínimos y altos rendimientos para quienes lo producen, son los mejores a nivel mundial.
Pistacho en idioma iraní, se dice Pisté, tal como se denomina la primera empresa productora del alimento, cuyo fundador es Marcelo Ighani, quien en dialogó con Agrofy rememoró que inmigró al país para estudiar arquitectura, luego armó su familia y eligió producir pistacho a partir “de la idea de traer un nuevo concepto: ¿Qué producen en otras partes del mundo que acá no se produce? Es un alimento no perecedero, hay escasez en el mundo porque hay pocos lugares para cultivarlo. Al haber poco, vale mucho, la población sigue creciendo pero el lugar físico no”, justificó.
En términos económicos, la planta injertada cuesta 10 dólares, el kilo del producto después se comercializa a ese mismo valor a nivel internacional pero Ighani resaltó que actualmente “en Argentina es atípico y está 13 dólares por kilo ya que todos los costos suben”.
Su dicción en castellano dejó entrever su acento iraní, al pronunciar “los argentinos están preocupados por los problemas pero no ocupados, por eso estamos donde estamos, nos sobra materia gris, desde la política del Estado a los empresarios, todos quieren algo rápido”.
Por contraparte, el iraní consideró que todo requiere esfuerzo y capacitación “al ser los pioneros del pistacho buscamos la perfección, por eso fuimos a California en los Estados Unidos donde la gente de la Universidad de Fresno nos aportó conocimientos y material para seguir con nuestros emprendimientos”.
Respecto a cómo ha evolucionado el mercado de este producto de pocos, el agrario determinó “los que tenemos buena ganancia lo vemos normal, pero es el Estado el que está mal, la inflación la genera el Estado y si bien somos positivos tenemos que estar mucho mejor. Por ejemplo, cuando te dan 100 dólares para exportar, no es lo mismo que el kilo valga 10 dólares, que lo que vale ahora el tema es la economía. Igualmente, losprecios siempre han sido estables, por lo menos desde los años que estoy.”
Mucha demanda, poca oferta
En tanto aseguró que el pistacho tiene alta demanda, y por ello en la web de Pisté hablan de la posibilidad de brindar asesoramiento a quienes deseen invertir en las plantas de ‘oro verde’. Específicamente para Ighani “el cambio lo genera la juventud. Conozco gente que no tiene problemas para cambiar ellos y la generación siguiente, pero sin embargo no lo hacen por comodidad. Por eso le ofrecemos capacitación y asesoramiento a los jóvenes. De hecho en la empresa estoy rodeado de gente joven”,
Para conformar un tipo de emprendimiento como este, el director de la marca de pistachos detalló “somos 35 personas aproximadamente porque es un cultivo que comparado con otros requiere poca mano de obra, se gasta mucho menos. Estamos haciendo una finca nueva, asesorando gente para incentivarlos. Estoy feliz porque pude construir algo distinto y bien pensado.”
Desde su óptica todo aquel que quiera cultivar pistacho “ tiene que tener la cabeza bien abierta y pensar en el futuro, luego venir a la zona y contagiarse de esas ganas. Conque pongamos 100 mil hectáreas en Mendoza o San Juan, que son las zonas indicadas, todos vendemos”.
Una opción rentable
Hoy en día, por sus requerimientos y por un desinterés cultural, según la lectura de Ighani la competencia en la producción de pistacho es baja. A raíz de ello, aclara “mientras más haya, más se habla. Entonces no hay que ser mezquino. Mientras más hablamos del pistacho, más consumimos. Si queremos ser más eficientes tenemos que tener más kilos por hectárea, en lugar de sentarnos a llorar, tenemos que pensar en cómo lograr más kilos, sino el país no cambia”.
Se trata de una opción rentable ya que anualmente se producen 150 mil kilos promedio y al tener bajo costo de mantenimiento, un productor gasta 3 mil dólares por hectárea aproximadamente, dejándole de ganancia más de 30 dólares por hectárea, informó.
Incentivo al pistacho
A mediados de 2017 el Ministerio de Agroindustria a través de la Secretaría de Agricultura Ganadería y Pesca lanzó una línea de créditos otorgando a los pequeños productores fondos para que puedan dar los primeros pasos para incursionar en el negocio del pistacho o ampliar las producciones existentes, ya que este producto sería un gran proveedor de divisas y contribuiría a la diversificación económica regional.
Esta medida fue anunciada luego de que estudios agroclimáticos del INTA demostraran que las tierras sanjuaninas con temperaturas mínimas extremas no son aptas para los olivos que toleran solo hasta -7ºC. En cambio, sí lo son para el pistacho, un cultivo muy valioso como alternativa económica para la región porque tiene baja necesidad de riego y un rendimiento que oscila en los 4.500 kilos por hectárea. Además, se trata de una planta que no tiene demasiados requerimientos de agua y se pueden regar con los métodos tradicionales o con riego por goteo.
Sobre esta política Marcelo Ighani consideró que por una parte que es espectacular. “Mi propuesta el año pasado como política del estado fue plantar 35 mil hectáreas para lograr a 10 o 15 años cultivos en esa superficie, y duplicamos la coparticipación de la provincia”. Por otra parte, expresó con autocrítica “todavía, estamos haciendo las cosas mal”.
Directo al consumidor
Finalmente, el entrevistado comentó que si bien su negocio está encaminado tanto en el mercado interno como externo “mi objetivo es llegar al consumidor final, así abaratamos costos, al consumidor le va a ser más barato y más fresco.”
En conclusión, el pistacho es un fruto seco que se puede consumir pelado, sin la cáscara al natural, o con cáscara. También es un snack saludable que se ingiere tostado y/o salado.
Por sus propiedades es antioxidante porque contiene vitaminas A y C, selenio, aporta el 8% del valor diario recomendado de magnesio y potasio y otros minerales como el hierro; además disminuye el riesgo de diabetes tipo 2; reduce las concentraciones de colesterol LDL (el malo); consigue que no suban los triglicéridos y haya un buen perfil de lípidos en el organismo; y reduce la frecuencia cardíaca en situaciones de estrés agudo.
No solo hay razones para producirlo sino también para incorporarlo a la dieta ya que 30 gr. de pistachos contienen 160 calorías, 3 gr. de fibra, 6 gr. de proteínas, 11 gr. de grasas sanas y ninguna saturada.
Fuente: | Agrofy Agency