Balance de nutrientes: en el norte del país el suelo sigue siendo la principal fuente de nitrógeno mientras que en el sur el fertilizante se aplica por demás
Cálculos del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada. En la campaña 2016/17 se aplicaron 924.000 toneladas de nutrientes en los principales seis cultivos argentinos.

En la campaña 2016/17 se aplicaron 924.000 toneladas de nutrientes en los principales seis cultivos argentinos. Pero la reposición de fósforo y nitrógeno apenas cubrió el 52% y 40% de la extracción respectivamente
Así lo indica el último análisis del balance de nutrientes realizado por el Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Sin embargo, dentro del promedio nacional estimado conviven situaciones contrastantes. En 2016/17 en el sudeste de Buenos Aires el porcentaje de reposición de nitrógeno en cereales (maíz comercial, trigo, cebada y sorgo) fue del 133%, es decir, se aplicó más del necesario (algo que no es necesariamente conveniente por la eventual infiltración del fertilizante en las napas freáticas).
En el otro extremo se ubicaron las zonas de Chaco y NOA con porcentajes de reposición de nitrógeno de apenas 20% y 8% respectivamente, mientras que, en un segundo escalón del ranking extractivo figuran el este de Santiago del Estero (24%), norte de Santa Fe 38%) y norte de Córdoba (39%), sur de Córdoba (40%), San Luis (41%) y centro de Santa Fe (53%).
En lo que respecta a fósforo –el cual, a diferencia del nitrógeno, puede conservarse en el suelo a modo de una caja de ahorro del nutriente– las zonas con mayor reposición, considerando tanto cereales como soja y girasol, fueron en 2016/17 sudeste de Buenos Aires (98%), Entre Ríos (93%) y Cuenca del Salado (87%), mientras que los menores valores se estimaron en el este de Santiago del Estero (4%), Chaco (4%), NOA (16%), norte de Córdoba (28%), norte de Santa Fe (37%) y sur de Córdoba.
En cuando a azufre, la reposición de este nutrientes a nivel nacional es del 22% con los mayores valores en el sector sur y norte de la zona núcleo pampeana (56% y 57% respectivamente, seguido por norte de Buenos Aires (34%) y centro de Buenos Aires (22%). En el resto de las zonas pampeanas la fertilización con azufre es limitada, mientras que es prácticamente inexistente en el norte del país.
El cálculo del balance de nutrientes considera únicamente salidas por extracción en grano de los cultivos versus entradas vía fertilización. No comprende aportes por mineralización, con lo cual los datos deben ser considerados como aproximativos. En el cultivo de soja se considera que el 60% del nitrógeno que utiliza la planta se aporta por fijación biológica
del nitrógeno atmosférico. Se considera además el balance de nutrientes como sistema productivo y para cada cultivo de forma individual. La escala de análisis no permite un enfoque relativo a la evaluación de la dinámica presente en los dobles cultivos.
Fuente. Valor Soja