Piden que los créditos subsidiados a la maquinaria agrícola sean solo para equipos nacionales.
La posibilidad de rever los créditos a tasa subsidiada también para comprar maquinaria agrícola importada integra la agenda de la Mesa sectorial que volverá a reunirse en las próximas semanas.

Constituida en la primera semana de este mes, focaliza su tarea en tres ejes: financiamiento, mejora de la competitividad e internacionalización.
Raúl Crucianelli, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), planteó que la conformación es una "buena noticia" para el sector ya que funcionan esquemas similares para automotrices, línea blanca y el sector petrolero.
"Coincidimos con la agenda propuesta -agregó a LA NACION-. Cada uno de los temas planteados tiene sus problemas a resolver. Los fabricantes queremos exportar y para hacerlo hay que bajar el costo argentino, por lo que hay que resolver cuestiones tranqueras adentro y el Gobierno debe aportar herramientas también".
Las exportaciones de maquinaria agrícola representan el 15% de la producción y están concentradas en pocos destinos. Para mejorar, entiende Crucianelli, las reformas laboral e impositiva deben ir más rápido.
"Vienen muy lentas, entendemos que hay gradualismo pero, por otro lado, las importaciones tienen una velocidad mayor", dijo.
El año pasado -según datos Centro de Estudios para el Desarrollo de la Industria Nacional (Cedin)- aumentaron 90,5% las importaciones de pulverizadoras autopropulsadas y 168,4% las de sembradoras. En el mismo período, las exportaciones aumentaron un 29% interanual.
En esa línea, los fabricantes entienden que las líneas de crédito subsidiadas -por las que los compradores pagan tasas del 15% promedio- deben ser sólo para maquinaria nacional. Para Crucianelli son esquemas muy beneficiosos pero sostiene que "no está bien que no se siga el criterio de otros países y se use dinero de los contribuyentes para beneficiar importados".
A modo de ejemplo mencionó la línea de préstamos Finame, de Brasil: "Es sólo para equipos nacionales y lo aceptamos porque son las reglas de juego". Insistió en que no se oponen al ingreso de maquinaria y tecnología que no se fabrica en el país, pero enfatizó que hay que ser "más cuidadosos con lo que sí se produce; podríamos empezar por el crédito".
La Mesa Sectorial de la Maquinaria Agrícola podría hacer algunos de sus encuentros en el interior en las zonas de producción de equipos. El polo industrial emplea a 15.000 personas de manera directa y al doble de forma indirecta.
Después del fuerte repunte del sector en los dos últimos años, en 2018 podría acusar el impacto de la sequía y el hecho de que los productores ya invirtieron en renovación de equipos.
Fuente: Gabriela Origlia – La Nación