Fuerte mejora en los márgenes de los exportadores de carne vacuna.

La devaluación mejoró el poder de compra de quienes exportan.

La industria frigorífica viene bien: en los primeros seis meses de este año, la faena promedió 1,1 millones de cabezas al mes, lo que implica una mejora del 9% interanual. En el primer semestre de 2018, la producción (medida en res con hueso) se aproximó a 1,5 millones de toneladas, un 10% arriba respecto de un año atrás. Además, crece la exportación en volumen y en márgenes, pero todavía con poca tracción sobre los precios de la hacienda.

Un trabajo de los economistas Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre, del Ieral, señala que, si bien parte del incremento de la faena, puede responder al crecimiento del stock ganadero y a mejoras de productividad del rodeo, un factor que genera preocupación es la menor retención de hembras por parte del productor.

En 2017, la faena de hembras crecía al 10% y la de machos al 4%. Este año la brecha se amplió y las tasas son del 16% y el 4%, respectivamente. Este nivel de faena de hembras (47% del total en junio) supera el que permite la sustentabilidad del stock y, de seguir varios meses, terminará en un menor rodeo de vientres en producción y en una reducción del potencial productivo, según el trabajo.

Por el lado de la demanda externa, las exportaciones de carne aumentaron un 62% interanual en el primer semestre. China duplicó sus compras en los últimos doce meses y explica el boom de los envíos al exterior. Otros mercados relevantes para la Argentina también registran buen comportamiento: la Unión Europea (Alemania, Holanda, Italia), Brasil, Israel y Rusia.

Margen de la exportación

Con la devaluación de los últimos meses, los márgenes brutos de la exportación estimados por el Ieral alcanzaron los niveles más altos de los últimos años en las cuatro integraciones que se monitorean (canastas donde se combinan diferentes cortes y destinos).

Se destaca la mejora de márgenes en los envíos de carne a países como China y Rusia. El valor por kilo exportado a esos destinos promedió los $109,1 en junio-julio (pesos por kilo, a precios constantes de junio de 2018), con un margen bruto de $46,9 (equivalente al 75% del valor de la hacienda).

En tanto, en los últimos meses los precios de la hacienda le ganaron a la inflación, lo que es una "buena noticia" en función de la importante caída que se observó en el poder de compra interno de los animales en el segundo semestre de 2017.

La categoría con mejor desempeño este año es la de los novillos, con una suba de 10,5% en términos reales (fue la más castigada en 2017). De todos modos, el nivel actual de precios (reales) es bajo en relación al promedio de los últimos años.

En el análisis de los precios en dólares, el dato es que retrocedieron en forma importante, consecuencia inevitable de la depreciación cambiaria: los niveles son "muy bajos" tanto en relación a los valores de los últimos años como en perspectiva a los precios que se verifican en países vecinos y competidores en el mercado mundial de carnes.

"Este bajo precio de la hacienda es el que posibilita los buenos márgenes de exportación, y el que genera un enorme atractivo para que los exportadores sigan consolidando sus envíos al exterior", describe el reporte.

Garzón y Torre indican que la aceleración de las exportaciones es quizás el único factor que genera expectativa de que los precios de los animales puedan mantenerse en lo que resta del año (no sólo en términos nominales, sino en poder de compra). Pero la limitante es que esas operaciones sólo representan el 15% de la producción de carne, señalan los autores.

En dirección contraria juegan la estacionalidad de la oferta (usualmente mayor volumen en la primavera), un mercado interno con ajuste de ingresos, las elevadas tasas de interés (encarecen la retención) y una inflación que podría aproximarse al 10% en el período agosto-diciembre.

Advierten que un escenario de tipo neutral, con precios reales estables de aquí hasta fines de año, podría ser un escenario posible y hasta conveniente a la espera de la recuperación del mercado interno y de una mayor tracción del negocio exportador. En el comienzo de 2019, con una economía nuevamente en crecimiento y con un sector externo más relevante como destino de la producción podrían aparecer mejores precios de hacienda, según el informe.

Fuente: Gabriela Origlia  - La Nación