Crisis lechera: la inflación de la canasta láctea está más de diez puntos por debajo del promedio general de alimentos
El problema también afecta, aunque en menor grado, a la cadena cárnica vacuna.

Las industrias lácteas y cárnicas bovinas están registrando dificultades para trasladar aumentos de costos a los consumidores, lo que evidencia que la capacidad de pago promedio de la demanda interna se encuentra comprometida por la crisis económica.
En el último año, según los últimos datos publicados por el Indec, la “canasta láctea” mostró una inflación interanual de “apenas” 19.6% versus un 31.0% el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires.
En el segmento lácteo, las mayores variaciones interanuales correspondieron al yogur firme (+30.8%), la manteca (+26.8%) y el queso pategrass (+22.7%), mientras que el producto más planchado fue la leche entera fresca en sachet (+15.4%).
La canasta cárnica vacuna –integrada por el asado, carne picada, paleta, cuadril y nalga– también ajusto por debajo del promedio general al registrar una inflación interanual del 25.3%.
La canasta de productos farináceos básicos en la ciudad de Buenos Aires registró un aumento promedio interanual de precios de 36.8%, el cual estuvo liderado por la harina de trigo común 000, el pan francés y los fideos secos guiseros con un ajuste del 120%, 45.8% y 45.1% respectivamente. Pero las galletitas subieron un 26%, mientras que el pan de mes “apenas” se ajustó en un 15.3%.
El hecho de que haya tanta dispersión de ajustes entre diferentes productos derivados del trigo implica que las variaciones no están relacionadas con el impacto que tuvo la devaluación en el precio interno del cereal, sino con otros factores (alquileres de locales, tarifas energéticas, fletes, etcétera).
Otro sector que registró una estampida de precios fue el avícola: mientras que en el último año (julio/julio) el valor del pollo entero ajustó un 33.5%, los huevos registraron un alza del 56.4% (con un promedio del sector del 44.6%). La producción avícola es una de las más afectadas por la devaluación del peso, dado que su principal costo de producción –maíz– se encuentra dolarizado.
Fuente: Valor Soja