ORGANISMOS OFICIALES SE UNEN PARA POTENCIAR LA GANADERÍA SANTAFESINA
En el encuentro entre técnicos del INTA Venado Tuerto y representantes del Ministerio de la Producción provincial el eje de discusión fueron las pasturas megatermicas en campos bajos.
Desde hace un par de años el Ministerio de la Producción provincial y el INTA decidieron sumar fuerzas para trabajar en el desarrollo ganadero santafesino, experiencia a la que se incorporó la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario. A partir de esta conjunción de esfuerzos y conocimientos se conformó el grupo Desarrollo Ganadero Sustentable.
Con este marco institucional se desarrolló en Venado Tuerto una serie de talleres coordinados por el jefe de la Delegación Rufino del Ministerio de la Producción provincial, ingeniero agrónomo, Mario Monti, y el veterinario, Martín Correa Luna, titular de la agencia venadense del INTA.
Uno de los ejes de la reunión fue la implantación de pasturas megatérmicas, especialmente, Grama Rhodes, para mejorar la oferta forrajera en campos poco aptos para el desarrollo de actividades agrícolas.
“Los resultados obtenidos son sorprendentes porque en campos con pastos naturales, que rendían como máximo 1500 kilos de materia seca por hectárea, con las megatérmicas multiplicaron la oferta a entre 7 mil y 10 mil kilos por hectárea”, describió Monti, y remarcó que “esa potencialidad permite entonces aumentar la carga animal y así incrementar la productividad por hectárea”.
Por su parte, Correa Luna describió que “en campos salados estas especies crecen, aún en lotes donde no crece el pelo de chancho y van formando una cobertura vegetal sobre la cual luego aparecen especies como trébol blanco o melilotus que son de alta capacidad forrajera”.
Especial énfasis pusieron los técnicos en destacar que las raíces van mejorando la calidad del suelo, provocando cambios en el pH y el contenido de materia orgánica.
“Hay que hablar de un antes y un después de las pasturas megatérmicas”, remarcó Monti destacando la importancia que esta tecnología tiene para los suelos menos premiados por la naturaleza, aunque enseguida alertó sobre la posibilidad de que “algunas cabecitas ya estén pensando en hacer unos años de Grama Rhodes y después sembrar soja”.
Un dato llamativo aportado por los investigadores es que en la región del sur santafesino hay alrededor de 200 mil hectáreas de campos bajos que podrían ser recuperados con esta tecnología.
“Proyectado hacia el futuro pensamos que esta técnica tiene una potencialidad muy importante”, concluyó Correa Luna.
Fuente: Cadena 3.