Argentina se encamina hacia un nuevo default total que agravará la situación económica en 2020
Según advierte Economía & Regiones. La única manera de hacer frente a los compromisos de deuda que tiene el Estado argentino es a través de un ajuste profundo del gasto público.

Si eso no sucede, el país se encamina a un nuevo default que agravará la situación económica y social en 2020. Así lo advirtió el último informe semanal de la consultora Economía & Regiones, la cual está dirigida por Diego Giacomini.
“El aumento del dólar (tipo de cambio) incrementará el peso de la deuda en términos del PBI. La deuda se hará más impagable. Por un lado, cada vez se necesitará más superávit primario para que la deuda sea sustentable en términos temporales y pueda ser refinanciada, pero por el otro, las medidas de política fiscal recientemente adoptadas agrandarán el resultado negativo antes del pago de intereses. Ergo, el bache fiscal y la dimensión del ajuste fiscal que se necesitan para evitar el default total crecen”, señaló Economía & Regiones.
“Dado este panorama, las posibilidades de refinanciamiento desaparecen y el riesgo de mayor default no sólo aumenta, sino que se acerca vertiginosamente en el tiempo. De acuerdo con nuestra visión, el default total o pleno parece casi inexorable. ¿Por qué? Primero, porque ningún político con posibilidades de ganar las elecciones diagnostica que hay que hacer un ajuste fiscal de 5 ó 6 puntos del PBI, que es lo mínimo que se necesita para evitar el default”, aseguró.
“Segundo, porque no vamos a crecer, y en consecuencia; no se puede pagar la deuda. En este sentido, hay que remarcar que mientras el sector privado continúe ahogado por el Estado, no pueda hacer negocios y no gane dinero, no se va a invertir, no habrá acumulación de capital y, por consiguiente, se continuará sin crecer en serio y sin generar puestos de trabajo. Para lograr desahogar al sector privado hay que achicar el Estado y bajar impuestos; nada que se encuentre en la agenda actual de ningún político”, añadió.
En el escenario actual, Economía & Regiones no descarta que Argentina vaya a un default interno con las Leliqs y pases netos. “La otra alternativa es pagar todas las Leliqs, lo cual sería más monetización, más dólar y más inflación. A su vez, hay que considerar que muy probablemente se defaulteará al Fondo Monetario Internacional (FMI), ya hay que pagarle 52.613 millones de dólares a lo largo de los cuatro años de la próxima presidencia”, proyectó.

Además, Argentina enfrenta vencimiento con bonistas privados que acumulan títulos con vencimientos por una suma total de 136.274 millones de dólares en 2020/2023.
“La mayor caída de la demanda de dinero y la profundización del default pronosticados para 2020 implican mayores desequilibrios económicos, más exceso de demanda (oferta) en el mercado cambiario (dinero) y más exceso de oferta en el mercado de bonos, lo cual potenciará el aumento del costo de capital y desplomará (aún más) la inversión y la acumulación de capital. En este escenario, lo más probable es que el nivel de actividad 2020 sea peor que en 2019 y 2018”, pronosticó Economía & Regiones.
“Por el lado del mercado de bienes, habrá menor actividad. En el mercado laboral, menor (más) empleo (desempleo) y peores salarios. Se contrae la oferta agregada y cae la demanda agregada, consecuentemente el nivel de ingreso se desploma. Todo esto implicará más pobreza e indigencia; también mayor inseguridad. Cuanto más alta sea la inflación, todo será peor”, alertó.
La consultora explicó que el derrotero actual de la economía argentina se inició a fines de 2011 con la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), donde las variaciones positivas del PBI en los años impares (electorales) se neteaban con las variaciones negativas de los años pares (post electorales).
“Sistemáticamente, se pagaban los costos al año siguiente de las elecciones: cepo en 2012 y devaluaciones en 2014 y 2016. Durante la presidencia de Mauricio Macri se hizo lo mismo que durante la presidencia de CFK: en 2017 se puso en práctica una política fiscal (y monetaria) no sustentable que, en base de endeudamiento, perseguía como objetivo generar un rebote artificial tendiente a ganar las elecciones de medio término en 2017. Los platos rotos se pagaron en 2018/2019. El PBI cayó 2,5% en 2018 y caería, según estimaciones Economía & Regiones, un 3,3% en 2019”, advirtió.

“Sin reformas de fondo, sin una reforma del Estado, sin un ajuste fiscal de por lo menos 5 puntos del PBI, sin bajar impuestos para desahogar al sector privado permitiéndole hacer negocios y ganar dinero para incentivar la inversión y la acumulación de capital, sin una reforma del Banco Central (BCRA) que sanee su balance y sin una reforma laboral, lo más sensato es esperar que todas las tendencias actuales se profundicen en 2020: más dólar, más inflación y peor nivel de actividad”, concluyó.
Fuente: Valor Soja