"Desacoplar producción de impacto ambiental": las claves frente a la mayor demanda de alimentos
En el marco del 1° Congreso Argentino de Semillas, el Ing. Agr. Fernando Andrade disertó sobre los desafíos de la agricultura: “La demanda global de alimentos crecerá un 47% para 2050”

El futuro de la agricultura mundial ante la demanda global de alimentos fue el tema que abrió el Primer Congreso Argentino de Semillas. El Ing. Agr. M.Sc. PhD Fernando Andrade, fue el encargado de disertar sobre “Los desafíos de la agricultura” en las próximas tres décadas, en cuanto a requerimiento de alimentos, el impacto ambiental y la pobreza.
“Desde que comenzó la agricultura se pudo ver cómo fue aumentando la producción de cereales de los principales cultivos, paralelamente que se daba un incremento del impacto ambiental. El gran desafío que tenemos es satisfacer futuras demandas pero paralelamente es reducir el impacto ambiental”, comenzó resumiendo el especialista.
Según Andrade, desacoplar producción de impacto ambiental,asegurar conservación, restablecimiento y uso sostenible de los agroecosistemas y alcanzar un desarrollo más equitativo, son las claves para lograr los objetivos futuros.
Requerimiento de alimentos: un 47 % más
Tal como explicó el especialista, el incremento en la demanda se da por dos motivos: uno es el aumento poblacional: “En el 2050 llegaremos a unos 9.800 millones de personas. La tasa de crecimiento poblacional actual es de 1 % anual. Gran parte del crecimiento se da en el continente africano”. Y agregó: “Hacia el 2100 se espera que la población se estabilice”.
El otro factor que contribuye al incremento de la demanda es la mejora en el poder adquisitivo que se proyecta en aumentos de 1, 5 % anual, la pandemia va a producir algún efecto sobre esto: “En la medida que aumenta el poder adquisitivo aumentan las demandas de calorías y proteínas vegetales de cultivos. Consumimos cada vez más carne y la carne requiere de muchas calorías para producirse”.
Al respecto, Andrade adelantó que “los nuevos cálculos hechos este año indican que para el mundo, el incremento de demanda de kilocalorías vegetales de cultivos entre 2018 y 2050 va a ser de un 47 %. Tanto para alimentación directa como para animales”.
Como solución a este nuevo panorama el especialista sugiere moderar la demanda y reducir pérdidas y desperdicios: “Hoy en el mundo se considera que se pierde el 31 % de alimentos por distintos motivos. Si redujéramos esas pérdidas a la mitad, la demanda aumentaría solo un 20 % en lugar del 47 %”.
¿Cuál es la capacidad de producción de alimentos que tenemos? ¿Cuál es el potencial de expansión de la producción?
Al respecto, el ingeniero explicó que las vías que tenemos para satisfacer la futura demanda son: “A nivel global, la superficie se puede multiplicar 2.3 veces de lo que hoy tenemos, los rendimientos potenciales pueden aumentar un 20 %, la relación real y potencial puede aumentar un 88 % y la secuencia se puede intensificar un 13 %”. Y agregó. “El desafío es mucho mayor en África que en Europa que casi no necesita incrementar su producción”.
Impacto ambiental: las amenazas
Otro aspecto clave a pensar es la cuestión del incremento de la temperatura global que genera eventos extremos, derretimiento de los hielos y esto perjudica la futura producción.
“Las amenazas más serias que existen hoy son los avances de los desiertos, como el Sahara que pone en riesgo de inseguridad alimentaria a mucha gente. La otra es la subida del nivel del mar. Por el derretimiento de los hielos esto se está acelerando y eso inunda zonas bajas como Bangladesh, algunos lugares en China”, comenzó diciendo Andrade.
Según lo expuesto por el especialista, por año, se deforestan unas 7 millones de hectáreas. “Esto no es bueno porque está asociado con la emisión de gases de efecto invernadero, con la pérdida de biodversidad, la exposición de suelos frágiles a procesos erosivos, y a excesos hídricos”. Y explicó: “Un cultivo por año consume mucha menos agua que un bosque y junto a las precipitaciones extremas producen graves problemas de inundación”.
El rol de la agricultura
En relación a la actividad agraria, Andrade explicó que “la agricultura produce entre un 23 a un 30 % de la emisión de gases de efecto invernadero y Argentina aporta menos del 1 %”.
El impacto ambiental de la agricultura en cuanto a contaminación, el especialista dio algunos datos esclarecedores. “En el mundo se aplican 4 millones de toneladas de principio activo de plaguicidas, herbicidas, insecticidas, fungicidas, al año, y 200 millones de toneladas de fertilizantes, nitrógeno y dióxido de fósforo y potasio”.
“En Argentina usamos más plaguicidas en promedio que en el resto del mundo. 9 litros por hectárea de formulado versus 3.9 promedio mundial, pero usamos menos de la mitad de fertilizantes. Unos 50 kilogramos de fertilizantes por hectárea contra 120 kg promedio mundial”, continuó describiendo.
“Todos los años fluyen 9 millones de toneladas de fósforo a los mares, extraemos de la atmósfera más de 120 toneladas de nitrógeno inactivo y lo convertimos en nitrógeno activo en la biósfera”. Y advirtió: “Esto ha traspasado el umbral de seguridad planetaria”.
Según el ingeniero, en Argentina tenemos problemas de baja reposición y en algunos lugares pérdida de materia orgánica y de fertilidad. Por otro lado, por el tema del barbecho químico tenemos mucho uso de herbicidas y tenemos más resistencia de malezas y plagas.
Otro aspecto que abordó Andrade es los suelos. Según los datos expuestos, unas 5 millones de hectáreas por año de suelos se degradan “y esto es algo urgente de frenar”. Los principales procesos son erosión hídrica y eólica, y desertificación por sobrepastoreo.
La erosión en Argentina afecta a 45 millones de hectáreas en la región chaco-pampeana. Andrade resaltó que “la siembra directa fue un proceso que frenó procesos de erosión, aunque sola no alcanza, tenemos que acompañarla con otras prácticas de agricultura conservacionista”.
En cuanto a extracción de agua azul, de lagos, ríos y acuíferos, la agricultura utiliza el 70 % de esas extracciones. En el mundo se extraen 4 mil kilómetros cúbicos de los cuales menos del 1 % es lo que extrae Argentina y riega el 5% de su superficie de cultivo mientras que en el mundo es 4 veces superior.
"El porcentaje de los recursos hídricos renovables extraídos en Argentina es del 4 %, es muy inferior al mundo y tenemos mucha escasez de agua", contó.
Objetivos de cara a 2050
Por último, el ingeniero volvió a enfatizar en cuáles son las posibles alternativas para poder enfrentar estos desafíos: desacoplar producción de impacto ambiental, asegurar conservación y restablecimiento y uso sostenible de los agroecosistemas y alcanzar un desarrollo más equitativo.
“La innovación y la colaboración, cualidades inherentes a los humanos, son indispensables para enfrentar estos desafíos”, concluyó.
Fuente: Agrofy News