Llega el FMI y Economía pedirá un plan de pagos con cuatro años y medio de gracia
La misión del organismo internacional se quedará durante dos semanas para negociar el repago de la deuda de u$s 44.000 millones. El ministro Guzmán descartó que se vayan a pedir nuevos fondos. Luego de varios meses en los que el Gobierno se negara a hablar sobre la puesta en marcha de un plan económico, a partir de hoy la situación deberá cambiar de forma obligada.

Durante las próximas dos semanas una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) -encabezada por Julie Kozack y Luis Cubeddu- se instalará en el país con un eje claro: saber cuál es la estrategia que el Gobierno tiene prevista para lograr la estabilización y el despegue de la economía, además de la forma en que se llevará adelante el reordenamiento fiscal durante los próximos años.
Del éxito de esta negociación dependerá que el Gobierno logre acceder a un nuevo programa que permita reprogramar vencimientos por u$s 44.000 millones desembolsados por el organismo durante la administración de Mauricio Macri.
Si lo logra, podría postergar los desembolsos de deuda previstos para 2022 y 2023.
Este lunes, incluso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, precisó que el Gobierno pedirá al FMI un préstamo a cuatro años y medio y una línea de facilidades extendidas, aunque no nuevos fondos.
Pero más allá de su negativa a mostrar un programa específico, lo cierto es que el Gobierno ya viene mostrando, al menos, algunas de las cartas que pondrá sobre la mesa de negociaciones, una forma de mostrarle al Fondo Monetario que va en el camino que se pactó hace un mes, cuando una primera misión llegó en modo reconocimiento.
En este sentido, por ejemplo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, encabezó varios encuentros con referentes del mundo agropecuario.
Allí se habló de un plan –bautizado como "Programa de estabilización macroeconómica plurianual- que, entre otras cuestiones, permitiría mejorar la capacidad productiva del sector, pero con el foco puesto, sobre todo, en mejorar la capacidad exportadora, y como consecuencia aumentar el ingreso de dólares al país.
De este modo, se podrá cumplir con otro de los puntos que más inquietan al FMI, es decir el mal estado de las reservas del Banco Central. Sin embargo, el organismo internacional buscará conocer también la forma en que se manejará este punto al menos hasta marzo, cuando comenzarán a aparecer los primeros dólares provenientes de la cosecha de soja.
En algún momento se barajó la idea de que una forma de potenciar estas medidas podría ser un nuevo retoque en las retenciones al campo, aunque esto podría afectar la capacidad recaudadora del Estado, algo que no es bien visto ni por el propio Gobierno ni por el Fondo.
En este sentido Guzmán también mostrará que el gasto en subsidios sufrirá una merma el año que viene. Tal como está previsto en el Presupuesto 2021, no están previstos desembolsos como los programas ATP y el IFE, que se crearon a raíz de la pandemia, y que en septiembre pasado llevaron el déficit fiscal hasta los $ 167.182 millones.
Se estima que la eliminación de la mayor parte del gasto asociado al Covid19 le permitirá al Estado achicar en cerca de $ 150.000 millones el gasto público, y de este modo cumplir con el objetivo de alcanzar un déficit primario de 7% del PIB, 1% menos que el proyectado semanas atrás.
También se destacará la mejora en la curva de financiamiento en pesos, que posibilitará reducir las asistencias del Banco Central. Aquí se destacará ante los enviados del Fondo que en lo que resta del año no serán necesarios más aportes del BCRA al Tesoro.
Siempre dentro de la temática fiscal, también entrará en juego el impuesto a las grandes fortunas, mediante el cual el Gobierno entiende que recaudará cerca de $ 300.000 millones, pero que todavía no queda del todo claro si verá la luz, aunque tendría un papel clave para reducir el desequilibrio fiscal en 2021.
El descongelamiento de las tarifas también tendrá un espacio en las discusiones. El Gobierno todavía no anticipó qué decisión tomará al respecto, pero en la búsqueda de reducir subsidios todo hace pensar que todo apuntará hacia una paulatina quita de los aportes estatales.
También se podría tratar un nuevo esquema de ajustes jubilatorios, que estarían atados a una fórmula integrada por la inflación y la suba de salarios.
Según afirman tanto en el Gobierno argentino como en el Fondo Monetario Internacional, no está prevista una fecha de cierre de las negociaciones, aunque también coinciden en que no se debe esperar un final en el corto plazo.
Fuente: Agrofy News