POR LAS PRESIONES DE MORENO, CARGILL VENDE SU FRIGORÍFICO A PRECIO DE REMATE
La exportación está condicionada a que las firmas entreguen carne barata para el mercado interno, lo que empujó a la firma estadounidense a dejar su negocio en el país.
La crisis que sufre la industria frigorífica en la Argentina expulsó a otro jugador del mercado. Cargill se convirtió en la segunda firma internacional en tener que buscarle compradores a sus plantas en el país, después de que la brasileña JBS, dueña de Swift, tuviera que poner a la venta dos de sus ocho establecimientos, aún sin éxito.
En el caso de Finexcor, el frigorífico de Cargill, cuatro empresarios locales, accionistas mayoritarios de firmas exportadoras, se quedarán con la planta de la empresa en Bernal, provincia de Buenos Aires, mientras que la aceitera Vicentín, dueña del frigorífico Friar, tomará posesión de la otra planta, en Nelson, Santa Fe.
Fuentes cercanas a las negociaciones informaron a El Cronista que Cargill aceptó la propuesta de los compradores y el traspaso se encuentra en proceso de ‘due diligence’. La fuente era optimista sobre el curso de la operación y arriesgó que “en dos meses, las plantas de Finexcor estarán trabajando bajo el mando de sus nuevos dueños”. Si bien no quiso precisar el valor que se pagará por las plantas, adelantó que será un precio simbólico, cuando ambas operan con cerca de la mitad de su capacidad ociosa.
El Cronista, a pesar de los reiterados llamados, nunca logró una respuesta sobre el tema de la empresa Cargill.
Hugo Borrell, dueño del frigorífico Arre Beef; Omar Solassi, de Ecocarnes (además de vicepresidente del club River Plate); Carlos Riusech, de Gorina y Jorge Genes, de Compañía Procesadora de Carnes, lograrán de esta forma quedarse con un frigorífico que no podrían comprar por separado, o en condiciones normales. Para Finexcor, por su parte, se trata de una salida para los cerca de 1.500 trabajadores que la firma dice que emplea. También dice que tiene una capacidad de procesamiento de 36.000 cabezas mensuales y que exporta el 60% de su producción a más de 100 países.
El frigorífico Arre Beef informa que su capacidad de faena es de 30.000 cabezas mensuales, el mismo volumen que publica Gorina. Ecocarnes y Compañía Procesadora de Carnes, por su parte, anuncian una capacidad de 20.000 cabezas por mes. Todas estas firmas tienen plantas en Buenos Aires y una porción de Cuota Hilton, el cupo de exportación premium a Europa. Pero en los últimos dos años, sus números de faena cayeron y también trabajan por debajo de su capacidad.
Desde 2006 a esta parte, el precio de los novillos aumentó 278% en promedio, según los registros del Mercado de Liniers, mientras el valor de los terneros creció 266% y el de las vacas se incrementó en 381%.
Pese a los aumentos constantes en el precio de la media res y de la carne en la góndola, los frigoríficos aducen que el negocio tiene un margen cada vez más reducido. Adicionalmente, por las presiones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, pasaron de exportar el 80% de su producción a vender al exterior el 30% ó 40%.
Desde que en 2006 se limitaron las exportaciones de carne, y tras una fuerte sequía, el stock ganadero argentino se redujo sostenidamente, hasta alcanzar en 2011 las 47,6 millones de cabezas, 10,6 millones menos que hace cinco años.
Por el recorte de disponibilidad de hacienda, los cambios en la política comercial y la obligación de ofrecer carne barata al mercado interno, se revirtió en la Argentina la tendencia del pasado, cuando la venta de frigoríficos locales a extranjeros fue moneda corriente.
Fuente: Julieta Camandone, El Cronista Comercial; FyO.