ADVIERTEN SOBRE UN INMINENTE AUMENTO EN EL PAN Y LAS PASTAS
Las panaderías y los fabricantes de alimentos dicen que no pueden absorber la suba en la harina.
El conflicto entre los molineros y el Gobierno por la falta de pago de los subsidios a la harina podría terminar con un fuerte aumento en el precio del pan y del resto de los alimentos farináceos. Las federaciones que reúnen a las panaderías y las principales empresas fabricantes de alimentos reconocieron que la situación es cada vez más insostenible y alertan que si no se llega a un acuerdo en el corto plazo, se verán obligadas a trasladar las subas en el costo de la harina a los precios al público.
"Así no se puede seguir. Queremos que el Gobierno defina si va a cancelar las deudas que tiene con los molinos por los subsidios, o si no, que libere el precio de la harina y nos dejen trasladar los aumentos de costos al precio del producto", señaló Emilio Majori, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires, quién alertó que si desaparecen los subsidios a la harina, el precio del pan en las panaderías no bajará de los diez pesos el kilo.
El fin de los subsidios, además, significaría el certificado de defunción para el pan oficial -también conocido como "el pan de Moreno"-, que se consigue en un número restringido de puntos de venta a un precio de 2,5 pesos el kilo.
En la misma línea, en la Federación de Industriales Panaderos -la entidad que agrupa a las panaderías a nivel nacional- aseguraron que para las panaderías es cada vez más difícil conseguir la bolsa de 50 kilos de harina a $ 47 pesos más IVA, que es el precio que había acordado hace cuatro años el Gobierno con toda la cadena de producción. "El precio oficial casi no se consigue y la única forma de asegurarse la provisión de harina es pagando 20 o 30 pesos más, con lo cual es inevitable que tengamos que trasladar el sobreprecio al costo del pan", explicó Rubén Salvio, presidente de la entidad.
Entre las empresas fabricantes de alimentos también coinciden en que, en la medida que no se alcance una solución en los próximos días, los aumentos de precios más temprano que tarde llegarán a las góndolas. La lista de productos afectados por la suba en los costos abarca desde las galletitas hasta las pastas secas, pasando por las tapas de empanadas o las prepizzas.
"Los molinos nos están cotizando la bolsa de harina con aumentos del 40%, y si la situación no afloja en el corto plazo, vamos a tener que aumentar los precios. Los acuerdos con la Secretaría de Comercio están supeditados a la provisión de la harina a un precio determinado y, lamentablemente, esto no se está cumpliendo más", explicó el director de una de las principales empresas del sector alimentario.
En el sector explican que el impacto de la suba en el precio de la harina no será igual en todos los alimentos. "El aumento del costo de la harina se sentirá con mucha más fuerza en el caso del pan y de las pastas secas que en una galletita de chocolate, en la que el cacao tiene una incidencia mayor", explicaron en el sector.
Costos en alza
Las empresas del rubro además destacan que la eventual suba en la harina se sumará a la entrada en vigor del nuevo acuerdo de salarios para los trabajadores de la alimentación, que lograron un incremento promedio del 33 por ciento.
Detrás del aumento en el precio de la harina, se encuentra la virtual caída del acuerdo entre el Gobierno y los molinos, tras el anuncio del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a las empresas agrupadas en la Federación Argentina de Industria Molinera (FAIM) de que la deuda acumulada con el sector se cancelará con una importante quita, que rondaría entre 40 y 50 por ciento.
Concretamente, los molinos le reclaman al Gobierno el pago de 2000 millones de pesos en concepto de subsidios adeudados por la disuelta Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), que era el organismo encargado de pagar las compensaciones.
Para justificar la quita, Moreno les comunicó a los molinos que en el recálculo de la compensación entrarán en cuenta algunos pagos ya realizados por la Oncca, aunque las empresas del sector sostienen que se trata de anuncios que nunca se concretaron.
En voz baja, los molinos además reconocen que a menos que se alcance un acuerdo en la próxima semana, el acuerdo para vender la harina al precio oficial se caerá definitivamente. Los primeros pasos ya los están dando algunas empresas más chicas que comercializan la bolsa de 50 kilos a 70 pesos.
Fuente: Alfredo Sainz, La Nación; FyO.