HUBO PRESIÓN DEL GOBIERNO PARA UN CARGO CLAVE EN EL INTA
Ayer en el organismo reinaba el desaliento entre sus técnicos. Ante la consulta de este diario, ninguno de los investigadores puso en duda los pergaminos de Monti. Sin embargo, remarcaron que desde el oficialismo se preparó el terreno para que el puesto recayera en "alguien del riñón". Primero sugirieron al actual director nacional, Néstor Oliveri, que no se presente. Y en lo que se consideró una decisión "injusta" del jurado, no hubo segunda vuelta, un mecanismo usual cuando la diferencia de puntaje es insignificante.
Ni en la página oficial del INTA. Ni en facebook ni en twitter. Todo indica que el Gobierno no quiso hacer público, al menos hasta ayer, la designación del flamante director nacional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Es un cargo relevante en un organismo clave y fue decidido el último martes. El consejo de selección aprobó por unanimidad a Eliseo Monti, un ingeniero agrónomo de acción y credenciales en el trabajo con pequeños productores en Tucumán y Santiago del Estero. Se desempeñaba como director regional del INTA en esa zona.
Y aunque solo una minoría cree que el INTA corre el peligro de transformarse en un otro INDEC, la manera en que se movieron los hilos en este concurso sembró de sospechas la institución.
El INTA, creado por Arturo Frondizi en 1956, es valorado por los productores como una de las principales herramientas para incorporar tecnología. Su presidente y vice son elegidos por el Poder Ejecutivo. Pero el puesto de director nacional, que se selecciona por concurso, se imaginó para un profesional de elevado perfil técnico que defina la orientación de las investigaciones.
Ayer en el organismo reinaba el desaliento entre sus técnicos. Ante la consulta de este diario, ninguno de los investigadores puso en duda los pergaminos de Monti. Sin embargo, remarcaron que desde el oficialismo se preparó el terreno para que el puesto recayera en "alguien del riñón". Primero sugirieron al actual director nacional, Néstor Oliveri, que no se presente. Y en lo que se consideró una decisión "injusta" del jurado, no hubo segunda vuelta, un mecanismo usual cuando la diferencia de puntaje es insignificante. Eso es lo que sucedió entre Monti y Carlos Parera, el postulante por Mendoza, considerado por simpatizantes del Gobierno, cercano a ruralistas.
Por lo visto, hubo apuro. Monti es parte del núcleo duro de decisiones. Simpatizante de la corriente CANPO, que Cristina Kirchner lanzó para el campo, responde a la secretaria de Desarrollo Rural, Carla Campos Bilbao, a quien la consideran la voz y los oídos de la Presidente en el ministerio de Agricultura. Esta ingeniera agrónoma es esposa del actual intendente de Moreno, Andrés Arregui, que acaba de ser bendecido con el lugar 13 en la lista de diputados del Frente para la Victoria. Un dato: Facundo Moyano, hijo del jefe de la CGT, es el número 11. Claro que Monti y Campos Bilbao comparten el enfoque de llevar tecnología a los productores más chicos para que no abandonen las explotaciones y emigren a las ciudades.
Al jurado lo integraron el presidente y el vice del INTA, el decano de Agronomía y dos representantes de las cuatro entidades con asiento en el consejo directivo del INTA, el de Federación Agraria y Coninagro. La Rural y CRA quedaron afuera por sorteo. Así, mientras Eduardo Buzzi protestaba, su delegado acordaba en el INTA. No es para reprochar. El día anterior y apenas 48 horas después de su duro discurso, en la sede del INTA de Cerviño y Ocampo una delegación de la Rural, encabezada por Hugo Biolcati, se reunía con el titular del organismo, Carlos Casamiquela. El ministro Julián Domínguez estaba avisado del encuentro.
El más valorado
1- Cuando el INTA nació en 1956 la posibilidad de incorporación de nuevas tierras a la producción en la Región Pampeana se presentaba muy limitada. De allí, la extensión rural para lograr el aumento de rendimientos de los cultivos por unidad de superficie. La incorporación de tecnología es clave. El organismo es muy valorado por los productores.
2- El INTA es una escuela de profesionales de elevado nivel técnico. Y son requeridos y disputados en el mundo. Exporta tecnología y prácticas a casi toda América latina y Africa.
3- Si la contribución al desarrollo tecnológico se mide por las invenciones, el INTA ya tiene 7 patentes y otras 14 en trámite.
Fuente: Silvia Naishtat, Clarín; Cuenca Rural.