LA IMPORTANCIA DE TOMAR LA DECISIÓN A TIEMPO
El silaje de éste cultivo es un recurso muy importante en la alimentación de las vacas lecheras. Planificar una siembra exitosa depende de varios aspectos.
La elección de maíz para silaje ofrece la posibilidad de Altos rindes de materia seca/ha; alta calidad, según el momento del corte; alta seguridad de cosecha, según la zona; Buen contenido de fibra digestible, según momento; Bajo costo por Kg. de MS (materia seca), si se logran buenos rendimientos; Buena conservación, entre los principales fundamentos.
El cultivo de maíz tiene dos fechas claves para su implantación: agosto-setiembre (maíz de primera) y diciembre-enero (maíz de segunda).
La época del año tiene un efecto muy importante sobre el rendimiento esperable de maíz para silaje, especialmente en las regiones santafesinas en que las lluvias entre años son muy variables.
Si bien son claras las ventajas de las siembras tempranas porque nos permiten contar con forraje de manera anticipada (enero), desocupar temprano el lote y sembrar en fechas oportunas las pasturas perennes y los verdeos de invierno, no es seguro aplicar una sola fecha de siembra de maíz porque el volumen de forraje a cosechar puede ser muy variable.
¿Cómo lograr buenos resultados?
Para planificar una siembra exitosa de maíz de primera, además de la elección del material por su potencial productivo, debemos tener en cuenta otros aspectos:
1 – Lote: Tiene que tener buena humedad acumulada para asegurar una correcta implantación, ya que las lluvias por lo general son muy escasas en esta época.
2– Malezas: El control se debe planificar con anterioridad a la implantación del cultivo, teniendo en cuenta calidad del barbecho realizado y tipo de malezas presentes en el lote, tanto al momento de la siembra como aquellas que podrían surgir durante el desarrollo del cultivo (gramilla rastrera, cebollín, sorgo de alepo, etc.)
3 – Insectos de suelo: Muchas veces la presencia de insectos como el gusano blanco, dificultan la implantación, por lo que es importante realizar un buen diagnóstico de su presencia y en caso de superar el umbral de daño, controlar utilizando semillas protegidas con insecticidas.
4 – Semillas: Es importante disponer de semillas con alto poder y energía germinativos. La siembra de maíz de primera se realiza sobre suelos fríos (10º C) por lo que contar con buenas semillas permitirá una rápida emergencia de las plántulas.
5 – Fertilizantes: El potencial productivo de cualquier híbrido de maíz está limitado tanto por la disponibilidad de agua durante su ciclo productivo, como por la de nutrientes. El nitrógeno es uno de los nutrientes más limitantes en el cultivo de maíz, por eso es necesario conocer su disponibilidad en el suelo haciendo un análisis previo a la siembra para planificar la cantidad necesaria a incorporar y el momento más adecuado (durante la siembra o estado vegetativo).
Consulte a su asesor para combinar maíces de primera y de segunda, elegir el híbrido, analizar antecedentes de lluvias y aplicar toda la tecnología disponible. Esto le permitirá achicar los riesgos y mejorar la oferta de forraje necesario para mantener altas cargas y buena producción individual.
Fuente: ON 24.