Dudas, cautela y rechazo en el campo al cobro de un canon para el uso propio gratuito en soja
Luego de que ayer el Ministerio de Agricultura, que conduce Julián Domínguez, adelantara a la industria semillera la idea de plasmar en una resolución el cobro del uso propio gratuito que hacen hoy los productores que, por ejemplo, se guardan soja para semilla en la siguiente campaña, entre las entidades del campo hay dudas, cautela y rechazo.

Vale recordar que la actual ley de semillas, de 1973, contempla el uso propio sin límites. Esa norma viene de una época en que la biotecnología agrícola no existía y la soja apenas superaba las 400.000 hectáreas. Muy por debajo del rango actual de 16 a 17 millones de hectáreas. La industria semillera viene reclamando un reconocimiento a la propiedad intelectual para avanzar en más inversiones.
Entre otros dirigentes, Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), señaló que existen muchos aspectos para analizar con más detalle.
“No lo veo bien ¿Cómo se hará con quien compró la tecnología en la bolsa y, además, le cobren canon y que se termine el uso propio gratuito?”, se preguntó.
“Además, este cobro compulsivo no está bien porque pagaríamos por variedades con tecnología aplicada y otras que no la tienen. Por otra parte, el uso propio es lo que los agricultores que hemos ganado, aportando conocimientos, trabajo y riesgo. Está consagrado en la ley y cualquier resolución en contra, viola la normativa vigente”, enfatizó.
En esa línea, Santiago del Solar, coordinador de la Comisión de Granos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y exjefe de Gabinete del Ministerio Agricultura, dijo que, “por ahora como está planteada la cosa, genera mucha alarma”.
“Aparentemente sería una regalía global lo que se propone cobrar sobre el grano que se vende. Es una retención más. Por eso de entrada decimos así no va. Si vamos a hablar de algo, tiene que ser algo serio, no que por una resolución me puedan cobrar en una liquidación de granos un 2%, como ha trascendido. Si es eso, son unos US$300 millones o más que le quitarían al productor de soja argentino, lo cual sería absurdo”, añadió.
Otra cuestión no menor que reparó el exfuncionario es hacia donde iría ese dinero que se va a recaudar. “Me da la sensación que es una ingenuidad bastante grande de los semilleros de querer que ellos van a cobrar ese dinero. Una vez que le descuentan al productor esa regalía global, eso irá a parar, supongamos, a un fideicomiso (que está muy de moda). A partir de ahí van a ir apareciendo quienes van a decir que les corresponde porque son pequeños semilleros o que tienen un plan de investigación, entonces también les corresponde una parte. Todo el mundo va a estar pidiendo de esa plata”, aseguró.
Para Elbio Laucirica, vicepresidente de Coninagro, si bien desde la entidad siempre han sostenido una postura de reconocimiento a la tecnología en general y a los avances genéticos en particular, “un canon a la producción no parece lo más adecuado”.
Desde la cartera de Agricultura nos transmitieron la preocupación que les transmiten los obtentores en cuanto al nivel de uso de semilla fiscalizada, que es solo del 18%, como así también de causas abiertas con algunos productores. Ante esto, nos manifestaron que están estudiando alternativas, las que serían oportunamente consensuadas con las partes. Y que de avanzar estas decisiones no afectarían a aquellos productores que hacen uso de semilla fiscalizada. Quedamos en que nos reuniríamos antes de tomar cualquier decisión para analizar y buscar la mejor alternativa para resolver este tema”, afirmó.
En tanto, Del Solar pidió ir por el camino de la ley, “que debía haber estado promulgada en su momento pero que no hubo apoyo del partido que hoy promueve esta resolución”. Vale recordar que el gobierno de Mauricio Macri intentó una solución al conflicto abierto por la propiedad intelectual.
“El ahora oficialismo fue quien se tiró en contra del proyecto de ley semillas, también lo hicieron los semilleros cuando estaba listo el DNU [para sacar por esa vía un cambio de normativa]. Pero ahora resulta que de golpe se sientan en una oficina del Gobierno y nos dicen que nos van a querer cobrar una regalía global. Así no va”, cerró.
Fuente. Mariana Reinke – Diario La Nación