Imágenes del derrumbe: La sequía se llevará 20 mil millones de dólares de la economía, con 14 mil millones en divisas menos para el BCRA y 6 mil millones menos de recaudación para la AFIP
Es una increible paradoja lo que está sucediendo estos años con el sector agrícola argentino. En 2021 y sobre todo en 2022, por efecto de causas internacionales, los precios de los granos se valorizaron mucho y entonces el sector inyectó en la economía unos 20.000 millones de dólares adicionales, que el Estado nacional capturó mediante liquidaciones forzosas de divisas, altas retenciones a la exportación y anticipos como el Dólar Soja. Nada cambió en el país, pues la crisis se profundizó.

Ahora llegó la hora de la verdad, pues en 2023 el escenario es radicalmente diferente: el quiebre de la producción de granos provocado por la sequía hará desaparecer del mapa unos 20.000 millones de dólares de un plumazo, según coinciden diferentes análisis económicos. Es decir, la plata que sobraba en los dos últimos ciclos, ahora faltará.
“La sequía hizo caer la proyección de cosecha de soja, trigo y maíz en 50 millones de toneladas. Incluso con los mayores precios, la pérdida de ingresos netos del sector productor ya asciende a 14.140 millones de dólares”, dice este viernes un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que revisa los daños provocados hasta ahora por la ausencia de lluvias. En el mismo trabajo, se calculó que el faltante de dólares para toda la economía será de 19.251 millones de dólares.
Este es el resumen de la dramática situación:
“No hay palabras para describir el impacto que ha tenido una campaña marcada por todos los récords históricos de tiempo: déficit de lluvias por tercer año consecutivo en el verano, olas de calor persistentes hasta entrado el mes de marzo y heladas agronómicas tan tarde como octubre en 2022 y tan temprano como febrero en 2023. El golpe sobre la ‘fábrica a cielo abierto’ del campo ha sido dramático: cultivos, animales, recursos naturales, han visto semana a semana deteriorarse sus condiciones hasta dejarnos en vísperas del invierno con un vendaval de pérdidas”, introduce el informe de los especialistas rosarinos.
La BCR concentra su lupa solo sobre los principales cultivos de la Argentina. Soja, trigo y maíz son responsables en conjunto del 87% de la producción de granos en Argentina y del 43% de las exportaciones totales del país, como promedio de los últimos 3 años.
“Allí las pérdidas para el sector productor superan los 14.140 millones de dólares. Si a ello le sumamos el impacto en menor demanda de fletes, labores, servicios financieros, entre otros, las pérdidas totales para la actividad económica nacional ascienden a 19.000 millones. En otras palabras, la sequía ya se ha cobrado 3 puntos del PBI argentino estimado para el año 2023”, resumió el tradajo.
Los 14 mil millones de pérdidas directas que sufrirá el sector productor se calculan respecto de la proyección de producción que había al comienzo del ciclo agrícola, pues se estima que las exportaciones de esos granos caerán desde los casi 36 mil millones proyectados al inicio de la campaña a solo 21.740 millones con el resultado productivo finalmente logrado. Como en la campaña anterior, que desbordó de dólares, los embarques del sector sumaron 35 mil millones, el desplome es real y concreto. Son dólares que estuvieron el año pasado (y también en 2021) y que ahora no estarán.
“Ahhh pero Macri”, podrán decir los políticos oficialistas de turno, diciendo que en los tiempos de Cambiemos estuvimos mejor. Y es cierto, pues en la cosecha 2017/18, los ingresos por exportaciones de esos tres granos cayeron, en una sequía no tan dura como la actual, a 18.500 millones de dólares, unos 3.000 millones de dólares menos de los que se esperan ahora. Vale recordar que fue esa pérdida la que condujo al país a endedudarse fuertemente con e FMI. Allí se inició una nueva crisis macroeconómica que todavía no cesa.
La sequía no solo tendrá impacto sobre la liquidación de divisas, pues según este informe al BCRA entraraán unos 14 mil millones menos por exportaciones agrícolas. También la recaudación fiscal se verá lesionada. “El impacto sobre la recaudación de derechos de exportación resulte en una caída superior a los 2.314 millones de dólares respecto a lo esperado al momento de la siembra, en tanto que se perderían otros 3.742 millones en concepto de otros impuestos, incluyendo ganancias. De este modo, la sequía habría erosionado los ingresos del fisco estimados para la campaña en un total de 6.056 millones”, marcó el análisis de la Bolsa de Rosario.
Fuente: Bichos de Campo