Va a ser un año difícil para todos: clima de preocupación en una actividad que tiene todo para vivir un boom
Referentes de la raza bovina Braford, cuya exposición nacional se realiza en Corrientes con el impulso de Expoagro, expresaron su cautela porque, en medio de la sequía, los precios del negocio siguen atrasados respecto de la inflación; la visión de los productores pese a las dificultades
Cada vez que Tiziana Prada se acomoda en la tribuna para presenciar la entrada de los reproductores Braford a la pista, una mezcla de nervios y emoción la invade. A lo largo de más de dos décadas dedicadas a esta actividad, sus sentimientos nunca cambian, sino más bien se intensifican. “Para los enamorados de la raza, ver desfilar este tipo de animales te deja sin palabras”, dice mientras observa atentamente la jura en la Exposición Nacional de Razas, que se realiza en el predio de la Sociedad Rural de Corrientes, en Riachuelo, con el impulso de Expoagro y el apoyo del gobierno provincial.
Prada, quien hasta hace dos meses se desempeñaba como presidenta de la Asociación Braford Argentina, no solo destaca el nivel genético, que califica como “extraordinario” que hay en la competencia, sino que también remarca que de las 54 cabañas que participan de la exposición hay 15 que participan por primera vez de la exposición nacional.
Este número de debutantes, para Juan Manuel Alberro, flamante presidente de Braford, es “muy llamativo”. Junto con Prada coincide en que es un claro reflejo de la expansión de la raza y su capacidad de adaptación a diversos sistemas productivos.
A su vez, indican que ha sido acompañado por un “boom en inversión” en genética porque hay una creciente concientización de que incorporarla mejora la eficiencia y la calidad de los terneros, lo que se traduce en mejores precios y mayor ganancia de peso.
Pero, por otro lado, remarcan que la ganadería enfrenta, además de las graves secuelas de la sequía, el rezago en los precios en comparación con la inflación. Los ganaderos advierten que el aumento de precios de principios de año no fueron suficiente para compensar la inflación, lo que ha llevado a una pérdida gradual de capital para los productores. En este contexto, los productores esperan una recomposición de precios para mantener la rentabilidad del negocio y equilibrar los números en un entorno económico desafiante.
“El caballito de batalla nuestro, que ya se viene usando hace años, es la raza que más crece y estoy convencido de que describe lo que viene pasando. Braford cumple 40 años el año que viene. Es una raza nueva en la historia de la ganadería que viene evolucionando muy fuerte y está muy consolidada en el biotipo productivo”, dice Alberro.
Agrega: “Se pensó para adaptarse a los campos más duros de la zona subtropical, es decir, del norte del país, pero luego, gracias a sus características de calidad de carne y eficiencia de conversión, ha ido ganando cada vez más espacio y hoy está representada en casi todas las provincias ganaderas productivas”.
El productor explica que, además de las 15 cabañas debutantes, hay representación de 15 provincias entre todas las que participan. “Esto tiene que ver con la expansión de la raza y su adaptación a los distintos sistemas productivos”, remarca.
En la misma línea, Prada comenta: “El Braford tiene cada vez más aceptación en zonas templadas porque hoy en día hay veranos muy intensos en áreas que solían ser templadas, como la provincia de Buenos Aires, el este de La Pampa y el sur de Córdoba”.
En rigor, en términos generales, detalla que el Braford “fue pensado para ser criado en zonas marginales donde el clima adverso, con altas temperaturas, sequías prolongadas e incluso en áreas húmedas o anegadas, así como para alimentarse de pastos celulósicos. Además, se destaca su capacidad para resistir parásitos endógenos y ectoparásitos”.
Estas características, reconoce, se comparten con el Brangus. Por otro lado, Prada destaca la docilidad de los Braford, lo que “les permite ser más eficientes en todo el proceso de crianza y engorde”.
Como otra de las cualidades, Prada puso énfasis en la versatilidad, ya que son aptos tanto para un sistema de faena destinado al consumo interno, que requiere ejemplares más livianos, como para alcanzar mayores pesos para la exportación.
Para la criadora, este “va a ser un año más duro en la comercialización en todas las razas debido a la sequía y la situación económica del país”.
Señala que “ninguna categoría o raza está traccionando; hubo un aumento de precio de un poco más de un 20% cuando tuvimos una inflación del 106%. Va a ser un año difícil para todos”.
En este contexto, el presidente de Braford afirma: “Durante 2022 y hasta la actualidad, el precio de ninguna de las categorías logró seguir el ritmo de la inflación, lo que resulta en una pérdida gradual de capital. Eso se reflejó muy fuertemente el año pasado. Si bien hubo una recomposición del precio que hizo mucho ruido en los consumidores, realmente esa suba estuvo lejos de compensar la inflación del año pasado”.
Alberro subraya que, luego de esa suba, los precios volvieron a estancarse. “A pesar de que quizás los precios de la carne en los mostradores continúan subiendo, el productor sigue cobrando el mismo valor. Mientras se habla de una pérdida mensual de entre el 6% y 8% en el poder adquisitivo de nuestra moneda de cambio, representada por el ternero o el gordo”.
Si no hay una mejora de precios, en el sector temen que “el negocio se vuelve cada vez más vidrioso”. Al respecto, el dirigente señala: “Hoy venimos tratando de equilibrar los números en base a eficiencia, pero cada mes que pasa sin que los precios acompañen se vuelve más cuesta arriba”.
Por último, habla del “boom en inversión” en genética que hubo en los últimos años. “Los centros de venta de semen están ansiosos por encontrar padres [toros] para llevar a los centros, lo cual genera demanda y se traduce en precios. Esto, a su vez, tiene que ver con que los productores en general se dan cuenta de que incorporar genética en sus rodeos mejora su eficiencia y la calidad de sus terneros, lo que se traduce en mejores precios y mayor ganancia de peso”, apunta.
“La Argentina es un referente a nivel mundial. El grueso de la genética se vende a Paraguay, Uruguay y Brasil. Después, hay nichos de negocio en Colombia y estamos trabajando para abrir la posibilidad de exportar a México”, dice.
Fuente: Diario La Nación