Una poderosa cámara empresaria de Misiones alertó por una prohibición al glifosato
La Confederación Económica provincial (CEM) pidió una mesa de diálogo para revisar el artículo de una ley que para los productores afectará la producción
La Confederación Económica de Misiones (CEM), que aglutina a más de 20 cámaras empresariales de toda la provincia y representa a yerbateros, tealeros, forestales y otros sectores, emitió un comunicado en el cual advirtió al Gobierno de esta provincia que no existe un reemplazante de eficacia probada para el glifosato.
El jueves pasado, la Legislatura de Misiones sancionó una ley de promoción de bioinsumos por la cual se prohíbe, en el plazo de dos años desde la publicación de la norma, la utilización del glifosato y otros agroquímicos, los cuales son muy utilizados en Misiones para combatir a las malezas.
La CEM pidió que se forme una “mesa de trabajo” para “consensuar acuerdos respecto de la implementación del Artículo 7 de la Ley de Promoción de Producción de Bioinsumos, recientemente aprobada en la Cámara de Representantes de la Provincia”.
Entre otros puntos, la cámara subrayó “la escasez de mano de obra para efectuar tareas de mantenimiento y limpieza en los cultivos, fenómeno que se da en toda la extensión provincial afectando a distintos cultivos” como una circunstancia que merece revisar los plazos de prohibición del glifosato en Misiones. Agregó que en la provincia predomina “el clima cálido y húmedo que requiere un constante control de malezas para el apto desarrollo de los cultivos y evitar la pérdida de rentabilidad”.
La ley se sancionó sin que en la Comisión de Recursos Naturales, que elaboró el dictamen, se realizaran consultas a las entidades que aglutinan a productores de cultivos como el té, la yerba, las forestaciones de pino y eucaliptus, hortalizas o tabaco, lo cual generó reacciones y críticas de todo tipo.
Es parte de una estrategia que impulsa el titular de la Cámara de Representantes, Carlos Rovira, para reforzar el perfil de Misiones como un “santuario verde” que conserva el único remanente de selva, el 52% de la biodiversidad y busca resarcimientos económicos por la preservación de esas áreas. El exgobernador y máximo jefe político del oficialismo misionero, que controla la Legislatura prácticamente sin oposición, consideró varias veces en público que el glifosato fue útil en un momento para el crecimiento de la producción, pero es un “veneno” y hay que trabajar para erradicarlo progresivamente. Vale recordar que el glifosato fue aprobado en la Argentina por el Senasa y cuenta con la autorización también en más de 160 países.
Tras el pronunciamiento de las entidades de la Mesa de Enlace del campo sobre el tema, hoy lo hizo la CEM, la entidad gremial empresaria más fuerte de Misiones conducida por el reconocido empresario maderero Guillermo Fachinello, quien también es presidente de Apicofom, vinculada a este sector.
La CEM hizo hincapié, además, en la “inexistencia de un producto biológico reemplazante del glifosato, cuya implementación y resultados hayan sido comprobados en los cultivos y escalas en las que se desarrollan las principales actividades agropecuarias y forestales de la provincia; así como también cuya disponibilidad y costo resulten accesibles a los productores”.
Objeción
El Gobierno de Misiones defiende la ley argumentando que la empresa Agrosustentable, que se radicó hace un año en el Parque Industrial Posadas, está produciendo bioinsumos que se distribuyen de forma gratuita entre docenas de pequeños productores de té, hortalizas o tabaco. Sin embargo, los productores afirman que la efectividad de estos insumos no está probada aún, así como tampoco está garantizado su alcance a todas las chacras.
Agrosustentable tiene un biofertilizante y un fitoregulador, pero recién hace unas semanas lanzó un bioherbicida que está en etapa de prueba y aún no cuenta con la aprobación del Senasa. “El bioherbicida es un producto en desarrollo”, reconoció Matías Imperiale, director operativo de Agrosustentable y uno de sus tres socios, en una entrevista con MisionesOnline el mes pasado. “Creemos que puede ser aplicable en pequeñas superficies en la provincia”, señaló Imperiale, un ingeniero agrónomo que trabajó en Nidera.
En Misiones, la palabra “randapear” es un “verbo” inspirado en la famosa marca de Monsanto (ahora controlada por Bayer) Roundup. Su incorporación en los años 80 reemplazó mucha mano de obra que hoy sería necesaria para “carpir” en la chacra, un recurso que, además, hoy brilla por su ausencia aún para tareas básicas como levantar la cosecha yerbatera o de cítricos.
“Si nosotros tenemos un producto habilitado que cumpla las normas, nos permita certificar y no sea más caro, no es necesario prohibir por ley el glifosato”, dijo a LA NACION Cristian Kligbeil, titular de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM) y productor de té y yerba.
Por otra parte, pasado mañana la Federación de Asociaciones Rurales de Misiones (FARM) convocó a una reunión a entidades gremiales de toda la provincia para estudiar la presentación de un recurso de amparo que declare inconstitucional ese artículo de la ley o bien un movimiento que logre persuadir a las autoridades de no aplicar efectivamente ese aspecto de la norma.
“No es que se defienda al glifosato. Estamos en contra de la prohibición que a los productores nos deja sin una herramienta de trabajo, que nos permite ser competitivos y sobrevivir en este es escenario político, económico y social”, explicó a LA NACION Darío Bruera, de la FARM.
Fuente: Diario La Nación