Regreso inesperado. Desde Entre Ríos alertan por la vuelta del mildiu, una rara enfermedad que ataca al maíz y llevaba años de ausencia
Si bien falta para empezar a pensar la próxima campaña gruesa, el INTA Paraná elaboró un informe donde enumera una serie de enfermedades nocivas para el cultivo de maíz que podrían ser protagonistas durante los próximos meses.
Según los entrerrianos, el contexto climático de sequía que se vivió en los años precedentes hizo que aparezcan algunas enfermedades que por estos días parecen extrañas. Dicha extensión del organismo detectó la emergencia de “viejas enfermedades” en los últimos años, como consecuencia de eventos climáticos particulares, el aumento de la superficie sembrada y el monocultivo.
En maíz, se destacan en los últimos 5 años el carbón de la panoja, la mancha gris o cercosporiosis. En esta campaña 2022-23, se detectaron en Entre Ríos síntomas de mildiu en panojas y en hojas de maíz.
De acuerdo a los especialistas, esta enfermedad, también conocida como “panoja loca” en maíz, fue determinada en Argentina en la década del ‘70, como en la mayor parte del continente americano. Es ocasionada por un pseudohongo (oomycete) biotrófico o patógeno obligado, lo que dificulta su estudio al no poder cultivarse en medios nutritivos artificiales y sólo puede existir en plantas vivas de genotipos susceptibles.
En general, “es una enfermedad poco frecuente, y en Entre Ríos en los últimos 30 años, se registró sólo en plantas aisladas.
Sin embargo, durante los meses de marzo y abril de 2023, la enfermedad se halló en tres lotes de maíz sembrados a fines de enero en el Departamento Diamante (Entre Ríos). En uno de los lotes, presentó una incidencia superior al 42 %, las plantas manifestaron síntomas diversos y no formaron espigas, por lo cual existe una correlación negativa y directa con los daños al rendimiento. En otros dos lotes de maíz en la misma zona, la enfermedad se registró en pocas plantas dispersas. La enfermedad fue citada en el año 2016 en Hernando, Córdoba, en 2018 en Mar del Plata, y en 2021 y 2022 en República Oriental del Uruguay.
Esta problemática que parece haber resucitado luego de años sin dar el presente, no cuenta con un manejo especial de acuerdo a lo que describen los técnicos entrerrianos. “En Argentina, existen escasas técnicas validadas para el manejo de los mildius en maíz, sin embargo, las más importantes estarían asociadas como en todo el mundo, con resistencia genética (un solo gen), tratamiento de las semillas con determinados fungicidas, rotación entre 2 y 5 años sin gramíneas estivales, fertilización nitrogenada (urea, sulfato de amonio y superfosfato triple), y lavado de la maquinaria a la salida de lotes infectados y previamente a la entrada en lotes libres de la enfermedad”.
Según el detallado informe del INTA, esta es una enfermedad “de la que se deberían ocupar todos los sectores ligados al cultivo de maíz y en especial, los involucrados en el manejo de híbridos en siembra tardía”. Los síntomas son diversos y las pérdidas importantes, “por lo que es prioritario identificar la o las especies de Peronosclerospora involucradas, con estudios moleculares”.
Como recomendación, desde la provincia litoraleña aseguran que hay que determinar si los fungicidas curasemillas que se utilizan actualmente para oomycetes, con metalaxyl como uno de los principios activos, continúan siendo eficaces. A su vez, aconsejan ajustar protocolos para evaluar comportamientos de híbridos de maíz y eficacia de fungicidas en Argentina, considerando la dificultad para los diversos estudios por su naturaleza biotrófica y su aparición esporádica hasta el presente.
También sugieren continuar con “monitoreos y evaluación de mildius en Entre Ríos y la región pampeana, con la finalidad de definir su estatus como enfermedad ocasional asociada a semillas y rastrojo infectado o clima conductivo, o como una enfermedad re-emergente con alto riesgo para la producción de maíz”.
Fuente: Bichos de Campo