El gobierno argentino volvió a intervenir el mercado de maíz al prorrogar por tercera vez los permisos de embarque
El gobierno argentino, en una política que ya se tornó prácticamente una costumbre, volvió a intervenir el mercado externo de maíz con el propósito de “planchar” el precio de referencia del cereal.
Todo comenzó en 2022, cuando el gobierno empezó a usar a mansalva el mecanismo de las “retenciones anticipadas” para financiarse con embarques futuros de cereales que finalmente, debido a una severa sequía, no llegaron a cosecharse.
Los exportadores registraron entonces grandes volúmenes de embarques de maíz, abonaron por adelantado el 90% del derecho de exportación y, al momento de originar mercadería para cumplir con esos compromisos, se encontraron con productores reticentes a vender como resultado de un desastre climático.
Por ese motivo, en diciembre el gobierno procedió primero a habilitar la posibilidad de trasladar los permisos de exportación de maíz 2021/22 a la campaña 2022/23. En marzo pasado, por medio de una nueva resolución, volvió prorrogar por 180 días más las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) de maíz con período de embarque comprendido entre el 1 de marzo de 2023 y el 31 de julio de 2023.
Y este lunes, a través de la resolución 1631/2023, procedió a prorrogar nuevamente por 240 días corridos a las DJVE de maíz con vencimiento del embarque y/o de la prórroga automática para el período comprendido entre el 24 de julio y el 30 de septiembre de 2023.
En los hechos, la nueva prórroga permite que las compras de maíz realizadas en el ciclo comercial 2022/23 se destinen a los embarques por realizar en el primer tramo de la campaña comercial 2023/24, lo que facilita, en términos administrativos, la originación de cereal por parte de los exportadores al permitir el uso –de manera indistinta– del grano en stock originado con anterioridad.
La resolución 1631/2023 además indica que los permisos de embarque de los productos incluidos en el Programa de Incremento Exportador (“dólar maíz”) de las especialidades relativas al maíz (como pisingallo o flint) “contarán con una prórroga de 60 días contados desde el vencimiento del período”.
En circunstancias normales, los embarques declarados de maíz de una campaña solamente podían realizarse con compras de cereal correspondientes a esa misma campaña.
Pero con el “pase mágico” de la prórroga DJVE, en cambio, los exportadores pueden emplear partidas de campañas anteriores para poder realizar embarques del ciclo comercial siguiente, lo que implica que están mucho más holgados para cumplir compromisos comerciales y no tienen apuro por originar mercadería.
Fuente: Bichos de Campo