Proyectan que la esperada recomposición hídrica no llegará a producirse durante el comienzo de la siembra gruesa en el centro del país
La esperada recomposición hídrica para el inicio de la siembra de la campaña gruesa argentina 2023/24 tendrá que esperar en varias zonas productivas clave del país. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) proyectó que en el próximo trimestre existe probabilidad de ocurrencia de precipitaciones superiores a las normales en el oeste de la Patagonia.
En tanto, la proyección de lluvias para el período es normal a superior a la normal sobre el norte del Litoral y este de Buenos Aires. Y estaría dentro de los parámetros históricos sobre la región de Cuyo, La Pampa, oeste de Buenos Aires y este de Patagonia.
Con una campaña fina en la que no pudo sembrarse toda el área programa por falta de humedad, la próxima “estación” es el maíz temprano, el cual, en caso de persistir las restricciones hídricas, también podría resultar afectado.
Tal como sucedió en 2022/23, ante la incertidumbre climática los diseños agronómicos tenderán a focalizarse en siembras de segunda, donde el período crítico, con siembras realizadas en diciembre, se extiende hasta el mes de febrero.
Para poder realizar una evaluación relativa del pronóstico trimestral, es útil tener en cuenta cuáles son los rangos esperados de lluvias en el período en el territorio argentino, tal como se puede ver en los siguientes mapas.
Vale remarcar que el pronóstico trimestral del SMN no indica valores de precipitaciones proyectadas ni su variabilidad a lo largo del trimestre. Debe tenerse en cuenta además que las previsiones climáticas se refieren a condiciones promedio en grandes extensiones geográficas durante un período y no contemplan detalles de los eventos de escala intra-estacional, como por ejemplo intensidad de sistemas frontales, olas de calor, bloqueos y otros condicionantes del “tiempo” que producen aumento o disminución de la precipitación y la temperatura (todos ellos de corta duración).
El pronóstico climático trimestral se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
Fuente: Valor Soja