Retenciones. Una promesa de Massa quedará a mitad de camino
En la última Exposición Rural de Palermo, el ministro de Economía había anunciado que desde el mes próximo “ninguna economía regional” pagará derechos de exportación; sin embargo, según un documento al que accedió LA NACION, algunos productos quedarán con alícuotas y en una actividad habrá una suba de la tasa
Faltan días para septiembre, la fecha tope que fijó el ministro de Economía, Sergio Massa, para que se aplique una eliminación de las retenciones a las economías regionales. En julio pasado, en el marco de una jornada de precandidatos presidenciales en la Exposición Rural de Palermo, el ministro adelantó que seis productos dejarían de pagar el tributo. Según un listado del propio Gobierno, al que accedió LA NACION, hay quitas y reducciones, pero por sorpresa no a cero en todos los casos. Además, una actividad verá una suba de la alícuota. La medida tendrá un costo fiscal de US$172 millones.
“No son 200 economías regionales [con retenciones], hasta el 31 de agosto quedan solo seis, porque a partir del 1° de septiembre ninguna economía regional va a pagar retenciones”, lanzó Massa en ese momento. Los productos que todavía pagan derechos de exportación y a los que se les va a sacar o reducir la alícuota son: arroz, maní, productos vitivinícolas, cítricos, tabaco y la industria forestal.
En todos estos sectores esperan que se mantenga la promesa que hizo el ministro y candidato. “Hasta ahora nadie ha dicho lo contrario”, “sigue todo de acuerdo a lo anunciado”, confiaron distintas fuentes del sector. Incluso, el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) se reunió con el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, para presentarle su propio plan y que este sea extensivo a otras economías que no están consideradas dentro de las seis originales.
En el Gobierno estiman que los US$172 millones representan el 5,1% del monto exportado por las cadenas involucradas. En la propuesta, a la que tuvo acceso LA NACION, está considerada la eliminación de las retenciones en las cadenas que mayor agregado tienen para “estimular la competitividad en la producción”.
En el caso del arroz, cuya exportación durante 2022 fue de US$212,6 millones, se impulsa bajar las retenciones actuales del arroz partido, que están entre un 5% y 4,5%, a un 3%. El producto con cáscara, que tiene DEX de 5% y 6%, quedará en 3%. Para el arroz descascarillado, que tributa entre un 3% y 5%, se bajará al 2%. Mientras que el arroz parabolizado, semiblanqueado o blanqueado, pulido o glaseado y excluido o pulido glaseado, que paga entre 3% y 5%, se llevará al 0%. En tanto, las alícuotas al arroz no parbolizado, semiblanqueado, pulido o glaseado es bajarlo al 1%. El costo fiscal que se generará por este producto sería de US$7,4 millones.
En el maní, que en 2022 exportó por US$1041 millones y ya contaba con la eliminación de las alícuotas en maníes y aceite fraccionado, así como en productos elaborados, el producto crudo con cáscara pasará del 7% al 5%. En tanto, para el maní tipo confitería, blancheado y partido, que tributa entre 4,5 y 3%, la tasa quedará en cero.
En otros maníes crudos sin cáscara y aceite bruto a granel, que tributa un 4,5%, se bajará a 2,5%. Además, las tortas y residuos de extracción de aceite, que pagan un 5%, se reducirá al 3%. El costo fiscal en este caso es de US$30,8 millones.
El año pasado, las exportaciones del sector vitivinícola generaron ingresos por US$1021 millones. Para el mosto y sus diferentes presentaciones, eliminar las retenciones tendría un impacto fiscal de US$45,5 millones. En este rubro están el jugo de uva, incluido el mosto, sulfitado, concentrado, en diversas presentaciones, que tributan un 4,5%. En el caso de los vinos espumosos tipo champaña y otros no espumosos tipo mistela, varietales y otros, en envases de diversa capacidad, mosto de uva y vermut en envases mayores a 2 litros. En este sector también está el alcohol etílico y sus derivados, sidra y bebidas fermentadas.
Si bien los cítricos, entre los que están el limón, naranja y lima, ya cuentan con un cero por ciento en su alícuota de exportación, la cáscara y los aceites esenciales pagan un 12% y 3%, respectivamente. En ambos casos, estos pasarían a un 0%. El año pasado, estas economías exportaron productos por US$360,4 millones y el costo fiscal por la eliminación de esta alícuota será de US$18,3 millones.
Para el tabaco, que reportó exportaciones por US$325,2 millones, la alícuota se eliminará para el desvenado y sus derivados, que tienen hoy un 4,5%. También se hará en aquellos que tengan cierto grado de elaboración, como cigarrillos, tabaco para pipa y para fumar, extractos y jugos que hoy pagan la misma alícuota. A su vez, el tabaco sin desvenar y sus desperdicios pasarían del 12% al 5%. El costo fiscal para el Estado es de US$37,2 millones.
Con más de 1330 posiciones arancelarias, la industria forestal tendría un beneficio en los productos con mayor industrialización y desarrollo. Entre ellas están los tableros, madera contrachapada, postes, corcho, cajones, barriles, extractos, taninos, esencias, papel, cartón que hoy tributan un 3% y pasarán a un cero por ciento. Lo mismo sucede con la pasta química y semiquímica de madera que tiene una carga del 4,5% y bajará al 0%. El mismo escenario para el aserrín, aglomerados, briquetas y carbón que reportan el 5% de los derechos de exportación, que llegarán al 0%. Los flejes, madera aserrada, hojas para chapado y contrachapado, maderas perfiladas, colofonias y ácidos resínicos que tienen el 4,5% llegarán al 0%.
La madera en plaquitas o partículas y postes bajarán del 5 al 3%. La leña, rollizos, madera en bruto quedarán en un 5%. En tanto, la sorpresa es que los durmientes de madera, que hoy tributan un 4,5%, pasarán al 5%. Este sector reportó US$769,2 millones y con esta segmentación el costo fiscal será de US$24,2 millones.
La propuesta del CAA
A principios de agosto, el CAA comenzó a gestionar ante el Gobierno para que se le de igual tratamiento a otros productos que no fueron considerados dentro de las economías regionales. Se trata del algodón que hoy tiene una retención del 5%, la carne y lácteos [leche en polvo y sus derivados], que tiene un 9%. También solicitaron sumar los alimentos balanceados, que pagan entre un 4,5% y 5,8%, y el aceite girasol refinado y en bruto, que tributan un 4,5%, 5% y 7%
El sector de la lana también ha venido solicitando un mejor tratamiento, ya que paga entre un 3% y 5%, según su nomenclatura. En tanto, las 60 entidades que conforman el CAA también pidió incluir el azúcar, que tributa el 4,5%, y a las papas procesadas, donde hay posiciones con 4,5% de retenciones.
Fuente: Diario La Nación