Dólar exportador. Reparos en el campo a una nueva medida de Sergio Massa
La decisión del Gobierno de establecer con un DNU un tipo de cambio diferencial para todos los bienes exportables hasta fin de noviembre generó dudas y reparos entre los diferentes sectores del agro. El nuevo dólar exportador, que esta vez incluye, entre otros rubros de la economía, a la industria, minería y tecnología del conocimiento, aseguraron que no fue negociado con los diferentes actores de las cadenas, como el caso del campo.
“Desde mañana, para fortalecer las reservas argentinas, vamos a ampliar el programa de fortalecimiento exportador a todas las actividades, todo el complejo exportador argentino, bienes, intermedios, bienes terminados, productos primarios y servicios, va a tener por los próximos 30 días un régimen de liquidación, 70% ingresado por lo que se denomina el mercado único libre de cambios, 30% ingresado por lo que se denomina sistema de dólares financieros o contado con liquidación”, indicó el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, en un encuentro con la prensa internacional. Este dólar exportador, que fuentes consultadas lo calificaron de una decisión unilateral del Gobierno, no tendría grandes efectos en la soja y otros cereales que ya habían contado con un tipo de cambio diferencial a lo largo de este año.
El economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo, explicó que Massa empleó el mismo esquema del dólar soja, girasol, la cebada y otros productos que contaban hasta el viernes pasado con una herramienta del 25% al Contado Con Liqui (CCL) y 75% del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). No obstante, en esta ocasión el tipo de cambio especial aplica a toda la economía. “Toda la exportación de bienes y servicios va a contar con la fórmula del 70% MULC y 30% CCL para todo tipo de bienes, esto va a lograr un tipo de cambio más alto que incentivaría las exportaciones. Se va a aplicar no solo a la soja y cultivos a los que se amplió, sino a todos los bienes y servicios de economía relacionados con el agro, industriales o la exportación de servicios, absolutamente, todos”, indicó.
“Va a ser un poco más difícil de aplicar en otros sectores como en el caso de la exportación de granos, donde hay muy pocas empresas a las cuales controlar y ponerse de acuerdo y donde la exportación no está tan concentrada. Atañe a un grupo grande de pymes en todo el resto de la economía. Esta es una medida que busca incentivar el ingreso de dólares en los próximos 30 días, que ante la enorme brecha cambiaria, cercana al 200%, donde el tipo de cambio libre vale el triple que el tipo de cambio oficial, claramente, esa exportación y liquidación está desincentivada y con esto se busca revertir ese escenario”, explicó el economista.
Una particularidad que sumó Miazzo es que con esta medida quedará un dólar exportador bastante más alto que el dólar importador. “Los importadores van a seguir pagando con un dólar de $350, con lo cual, probablemente, la Argentina sea el primer caso en el mundo donde el dólar importador será más bajo que el dólar exportador”, señaló.
Patricia Ortiz, directora de Bodegas de Argentina (BdeA), sostuvo que esta medida del Gobierno “es un parche” que, como toda mejora, por más chica que sea, en la situación en la que está el sector ayuda. “Pero la industria necesita de medidas a largo plazo que nos den previsibilidad y nos permitan planificar las ventas. Hoy es muy difícil asumir compromisos y cumplirlos con la volatilidad que tenemos”, sostuvo. En esa línea, Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), señaló que esta medida también es útil a esta industria. “La exportación de harina es fundamental, no hay manera que nuestro sector crezca si no es a través de la exportación. La molinería argentina puede ser la número 1 del mundo en exportaciones de harina, si existieran políticas públicas cómo estás que fomenten en ese sentido. Estas son las medidas con las cuales pedimos certezas y largo plazo: permiten visualizar el futuro y preparar las empresas en ese sentido”, aseveró. El sector de la industria molinera, que incluye harinas, derivados y pellets, envía al exterior alrededor de 100 millones de dólares.
Carlos Almiroty, presidente de la Cámara Algodonera Argentina, sostuvo que esto es otra señal de las medidas “confiscatorias” del Gobierno.
“Esto es una nueva señal para que el productor siga demorando todo lo que pueda sus ventas, más allá del contexto de faltas de lluvias. Hoy hubo lluvias por distintos lados, pero al factor climático se suma esta nueva señal de que si esto va a ser hasta finales de noviembre, evidentemente, te están diciendo que en diciembre [el tipo de cambio] se viene más alto, porque la realidad te la marcan los dólares que están dependiendo de lo que se tome, porque están todos intervenidos no sabés cuáles son los reales. Para el que necesita vender esta ventana es un poco mejor, pero hay cero solución de fondo del Gobierno”, resumió.
Durante el encuentro con la prensa internacional, Massa sostuvo que la Argentina “pareciera que desconoce dos realidades”. Una es la sequía y la otra encontrar mecanismos que garanticen pagarle a FMI sin que esto suponga un programa que provoque inflación en el país. “El año que viene la economía va a crecer: las exportaciones van a crecer de manera sideral porque pasamos a tener saldo positivo en nuestra balanza energética, porque nos recuperamos de la sequía y en materia energética”, afirmó.
“Si algo glorioso tuvo este fin de semana es que, además de elecciones, tuvo lluvias, que de alguna manera nos impulsa en el último tramo de esta campaña, que para el agro argentino es muy importante. Aspiramos a que el año que viene la Argentina crezca en sus exportaciones entre 31.000 y 40.000 millones de dólares más, respecto de este año. Esto nos va a dar mucha libertad para eliminar restricciones que son distorsivas, que son parte de las resoluciones que hay que tomar, porque la economía tiene temas estructurales que resolver”, detalló el ministro.
Fuente: Diario La Nación