Gracias al INTA podremos conocer el genoma de una soja convencional, o como era antes de que Monsanto metiese mano
La famosa soja RR (Roundup Ready) desarrollada por Monsanto fue autorizada por primera vez en Estados Unidos en 1995 y un año después en la Argentina, donde por su notables ventajas llegó a ocupar prácticamente toda la superficie sembrada en pocos años.
Mediante transgénesis, los investigadores de la compañía le insertaron en el ADN original de ese cultivo un gen extraído de una variedad de petunia que le otorgaba resistente al glifosato.
A partir de allí, un hecho determinante para la agricultura moderna, la biotecnología agrícola hizo de todo, al punto de que ahora existen sojas con eventos “apilados” con resistencias y tolerancias acumuladas. Lo extraño, a partir de estas innovaciones, fue volver a encontrarse con la soja convencional, tal y como Dios la trajo al mundo. La soja común era lo extraño y por eso todavía ahora se paga con sobreprecios en mercados de nicho.
En este derrotero, este martes la Secretaría de Agricultura celebró que investigadores del INTA hayan descripto el genoma completo de una variedad de soja no OGM, es decir no transgénica, sin genes añadidos. “Es la primera vez que la información genómica, de secuencia y análisis complementarios de una variedad de soja se hace pública y estará disponible online”, destacó el organismo, caracterizando casi infantilmente el hecho como un acto de “soberanía tecnológica”.
Lo cierto es que un equipo de investigación de las experimentales del INTA de Marcos Juárez y Rafaela logró secuenciar el genoma completo de una soja que no está modificada genéticamente. Se trata de una variedad argentina que fue desarrollada por el INTA y la Universidad de San Luis.
El hecho de que sea una soja no modificada “permitirá identificar las mutaciones de esta variedad respecto del genoma de referencia mundial” y esa información sería clave para el desarrollo de herramientas moleculares aplicadas en el mejoramiento genético de la especie.
“Este trabajo adquiere mayor relevancia por ser el primer genoma de un genotipo No OGM (es decir, que no fueron modificados genéticamente) desarrollado en la Argentina que es secuenciado”, destacó la gacetilla de Agricultura. Y a la vez apuntó que “permitirá reunir el conjunto de información genética que contiene las células de una variedad de soja desarrollada en la Argentina: INTA-FICA 5C k/lx, información que estará disponible online”.
Leonardo Vanzetti, investigador del INTA Marcos Juárez, explicó los alcances del logro: “Al tener el genoma secuenciado, podemos empezar a conocer realmente en profundidad los genes que tiene la soja cultivada en Argentina, que no se conocen tanto”.
Según detalló, “en la Argentina, estas investigaciones son lideradas por programas privados. De manera que, si hay información, no es pública, sino que le pertenece a la compañía que secuenció su soja”. Por lo tanto, “se trata de la primera información de este tipo que se hace pública”.
Cabe señalar que la investigación también podría tener impacto en los mejoradores, sobre todo para que cuenten con información al momento de hacer variedades de soja más eficientes y con nuevas características.
Fuente: Bichos de Campo