Dilema: ¿qué se puede hacer con un cereal de invierno “helado”?
Existe la posibilidad de hacer reservas, rollos o silaje de planta entera; otra posibilidad es pastorear directamente.
Cuando un cereal de invierno (trigo, cebada, avena, centeno, etc.) ha sufrido el efecto de fuertes heladas durante su etapa reproductiva (floración, grano lechoso o pastoso-duro) se producen grandes cambios en la planta (químicos y morfológicos) y que, de acuerdo a la intensidad de la baja temperatura y duración de la helada, puede descartarse para cosecha. Entonces surge una pregunta: ¿qué hago con dicho cultivo helado?
Una posibilidad es destinarlo para hacer reservas, rollos o silaje de planta entera. Esta última alternativa es especialmente apropiada para aquellos productores que tienen animales de carne o leche. En cambios, los rollos pueden utilizarse en el mismo campo o ser comercializados, especialmente en un año tan seco que casi nadie puede hacer reservas para el próximo otoño-invierno, y los valores de ellas se irán a las “nubes”.
Otra posibilidad es pastorear directamente a estos cereales con los animales (de carne o leche). Aunque con cualquiera de estas alternativas surge otra pregunta: ¿la calidad nutricional (reservas o pastoreo directo) es razonable para producir carne o leche?
Calidad nutricional de un cereal de invierno helado
Depende en qué estado reproductivo estaba el cultivo afectado y cuál es el porcentaje e intensidad del color verde sus hojas. A mayor intensidad de color verde, para el mismo estado reproductivo, será mayor el nivel proteico y digestibilidad de la planta, por ende, mejorará la calidad final de la reserva de pasto o del pastoreo directo.
La producción de carne o leche dependerá del valor final de la proteína y digestibilidad, de la proporción que se vaya a usar en la dieta y si se agrega o no algún concentrado (proteico y/o energético) que permita balancear la dieta. En el La producción de carne o leche dependerá del valor final de la proteína y mejor de los casos la producción de carne o leche puede ser muy alta.
Producto de varios trabajos realizados en INTA Bordenave, en el partido bonaerense de Puán, surge la siguiente información:
Si el cultivo se heló durante la floración y el porcentaje de hojas verdes es superior al 50%, la proteína puede variar entre 8-10%, la digestibilidad entre 75-78%. En cambio, si el porcentaje de hojas verdes es menor ambos parámetros se reducen significativamente.
Mientras que, si el cultivo se heló con grano lechoso a pastoso, la proteína puede mantenerse en los mismos valores disminuyendo solamente la digestibilidad del forraje (65-68%).
Y si se heló con grano duro (sin terminar de llenarse) la proteína y digestibilidad cae significativamente: 5-6% para la proteína y 55-60%, para digestibilidad.
Sin embargo, en las diferentes etapas fenológicas recién mencionadas los niveles de fibra son adecuados para altas producciones de carne o leche. Un tema que no es menor es el efecto negativo de la dureza de las aristas de las espigas sobre el consumo de dicho cultivo o reserva.
Cuanto más avanzado esté el cultivo menor será el consumo, por ende, habrá mayores pérdidas de forraje. Sin embargo, para reducir estos efectos negativos, especialmente si está en grano pastoso-duro, se aconseja realizar un silaje de planta entera, ya que durante las fermentaciones que ocurren en el silaje se ablandan las aristas y las pérdidas de forraje son mínimas.
Además, si bien los costos del ensilado muchas veces son más altos, es la mejor forma de conservar la calidad del cultivo para trasladarla al otoño-invierno próximo respecto a la confección de rollos.
En resumen, la decisión de qué tipo de aprovechamiento se aconseja para un cereal helado dependerá:
Estado vegetativo del cultivo.
Color verde de sus hojas.
Disponibilidad de maquinaria para ensilar o enrollar.
De hacer silaje de planta entera, se debe hacer “silobolsas o press”, nunca un búnker o torta porque el material normalmente es reducido y el silaje queda de baja altura y eso atenta con las fermentaciones del mismo.
De hacer silaje y dependiendo del porcentaje de materia seca se debe hacer un pre-oreo o no. Si el cultivo tiene menos del 30% de materia seca se debe cortar y dejar secar en el campo, como si se hicieran rollos. Y la picadora debe tener “recolector”. Esto es “clave”. Nunca se debe ensilar un cultivo que tenga menos de 30% de materia seca, es preferible 40% y no 25%.
El autor es doctor en Ciencias Veterinarias, especializado en nutrición animal y director Ejecutivo de la Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche)
Fuente. Aníbal Fernández Mayer – Diario La Nación