CONSUMO DE CARNE
Consecuencia del aumento del 180% de los precios de la carne en los dos últimos años, el consumo anual per cápita bajó a 54 kilos. El más bajo desde 1958 en que se realiza esta estadística.
Desde 1958 en que se comenzaron a elaborar las estadísticas sobre el consumo de carne vacuna, por persona y en forma anual, ocasión en la que se superaban levemente los 98 kilogramos, nunca se había llegado tan bajo como ahora, cuando ese nivel se encuentra en 54 kilos. El informe corresponde al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna, siendo muy revelador en cuanto a la situación que se afronta en nuestro país con la ganadería y consecuentemente con el consumo, en constante descenso debido a la elevación de los precios.
Se da cuenta que en los dos últimos años la carne tuvo una suba de 180% impactando directamente en el consumo, el cual tuvo una caída de 22,4% durante ese período, aunque si retrocedemos al comienzo mismo del relevamiento tenemos que la pérdida de consumo fue de 44 kilos anuales por persona.
Según las consideraciones que hacen sobre el tema y la aludida consecuencia los especialistas, se llegó a esta situación por la errática política de carnes que se vino implementando durante estos años, cuando el faenamiento alcanzó a las hembras, produciendo un diezmado que redujo notablemente la reproducción, y además, los terneros eran vendidos al nacer o directamente eliminados, ya que luego con su venta no se recuperaban siquiera los costos de la crianza. Así fue que el stock ganadero tuvo una merma de 10 millones de cabezas, con lo cual no sólo cayeron abruptamente las exportaciones -de ser uno de los líderes mundiales en la actualidad hemos sido superados por Brasil, Uruguay y Paraguay-, pero además, y por sobre todas las cosas, también entró en el tobogán el consumo, debido a los precios. De tal modo, lo que en sus orígenes se implementó con la justificación de "defender la mesa de los argentinos", no sólo terminó en un rotundo fracaso para la producción, si no que tuvo un efecto totalmente adverso en ese sentido, viéndose como cada vez es menor la posibilidad de recomposición en forma cercana.
Según datos que se conocieron a través de la Cámara de la Industria de la Carne, entre 2006 y 2009 se perdieron 10,5 millones de cabezas de ganado vacuno, con lo cual el stock se contrajo a 48 millones, provocando una verdadera debacle en la producción, lo cual según se estima llevará entre 6 y 7 años poder lograr la recomposición del stock que había en los comienzos de 2007. De todos modos, se trata de una versión algo optimista, ya que otros conocedores del tema arriesgaron que recién en 2020 se podría alcanzar una recomposición.
Este fuerte impacto que se produjo en los precios de la carne, redujeron de tal modo el consumo, que en la actualidad es aún más bajo que durante la grave crisis de 2001, cuando a pesar de la reducción de gastos que debieron hacer las familias, el consumo de carne igualmente se mantuvo en 64 kilos anuales per cápita. Hoy en cambio, se cayó el inédito nivel de 54 kilogramos.
Esta variante impactó además en una modificación de los hábitos alimentarios, ya que al caer el consumo de carne vacuna, las amas de casa fueron orientándose hacia otras alternativas como el pollo, el cerdo y el pescado para cubrir la canasta alimentaria, aunque en determinados casos tratando de evitar precios altos, ya que de lo contrario no significaría una solución para el presupuesto familiar.
De tal modo es lo que mencionamos en el párrafo anterior, que mientras el consumo de carne vacuna baja, aumenta el de pollo. ya que en la actualidad el consumo anual de carne avícola se encuentra en 39 kilogramos, habiendo subido 2 kilos en el último año cuando lo habitual es que se registre entre 1 y 1,2 kilos anuales. Esta es al menos la meta de la Cámara de Empresarios Productores Avícolas, desde donde se destaca que ese kilo demás es consecuencia del cambio de hábitos que viene dándose en el consumo.
Esta mejor perspectiva para el pollo, con un aumento de su salida, hace que se alienten las perspectivas productivas, ya que este año se produjeron 110.000 toneladas más que el período anterior, mientras que la exportación también tendrá una suba del 10% con relación al año pasado. En cuanto al consumo personal, si bien llegó a 39 kilos, aquí en la Argentina es todavía mucho más bajo que en Brasil, donde llega a 48 kilos.
Fuente: La Opinión de Rafaela, FyO.