Campaña 2023/24 La brecha de precios entre el maíz temprano argentino y el tardío refleja realmente la situación del mercado
La brecha de precios entre el contrato de Maíz Rosario Abril 2024 versus el de Maíz Rosario Julio 204, que llegó a superar un 8% en noviembre pasado, ahora se viene acortando para ubicarse por debajo del 6%.
Tal acortamiento de la brecha de precios puede no estar reflejando la situación de mercado del maíz temprano argentino (Abril 2024), el cual tiene una ventaja comercial y regional muy superior al del cereal de siembra tardía.
Relevamientos realizados por el equipo técnico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires muestra que el 44% del área total prevista de maíz 2023/24 corresponde a siembras tempranas, la mayor parte del cual está concentrado en la región núcleo pampeana y Entre Ríos, donde el cultivo se desarrolla en general con buenas condiciones de humedad.
Al considerar el balance de compras con ventas de las últimas dos campañas junto con la presente en curso, es factible advertir que los exportadores están cómodamente “comprados” en maíz, lo que implica que tendrían –en caso de no haber un imprevisto– un holgado margen de acción al respecto.
La clave es que Brasil, que tiene una participación muy limitada en el comercio mundial de maíz entre marzo y junio –el período de recolección y comercialización del maíz temprano argentino–, este año la viene pasando mal con problemas climáticos en diferentes regiones agrícolas donde el cereal temprano es importante.
En ese marco, no puede descartarse que Argentina asista en ese período a la demanda brasileña, lo que se vería potenciado en el hipotético caso de que embarques argentinos de maíz empiecen a ser enviados a China luego de la habilitación concedida este año por la nación asiática.
El ritmo comercial del cereal durante la cosecha argentina será otro factor crítico, el cual dependerá de la situación cambiaria vigente en marzo del año que viene.
Si para entonces el gobierno de Javier Milei logra desacelerar la inflación y conservar, como contrapartida, cierta competitividad cambiaria para el sector exportador, entonces el apetito vendedor podría fluir sin problemas. Pero si la inflación vuelve a promover un “retraso” cambiario, el ritmo comercial podría ralentizarse.
En cualquier caso, la brecha de precios que refleja la escasez relativa del maíz temprano respecto del tardío tiene por delante una serie de desafíos que quizás aún no estén contemplados en los futuros del Matba Rofex.
Fuente: Valor Soja