Capitalismo de amigos. El secretario de Agricultura cuestionó con dureza un polémico fondo del gobierno anterior
En una exposición en el Congreso Fernando Vilella dijo que mediante el exfideicomiso para subsidiar la harina “no se cuidó la mesa de los argentinos”; definiciones para la carne ovina y el maíz pisingallo
El secretario de Agricultura, Fernando Vilella, dijo que la carne ovina, al igual que la lana, quedó dentro de los productos exentos de la aplicación de los derechos de exportación que busca realizar el Gobierno. En esa categoría sin retenciones también se incluirá al maíz pisingallo. Vilella se refirió, entre otros puntos, a estas cuestiones durante una exposición en el Congreso. Allí también criticó el extinto fideicomiso FETA del trigo creado por el anterior gobierno con la excusa de mantener los precios de la harina.
“El criterio que se aplicó fue que en el paquete de la lana está incluido el conjunto ovino, por lo que la carne está incluida con el 0% de retenciones”, dijo Vilella ante la duda de la diputada por la provincia de Santa Cruz, Roxana Reyes (UCR). Vilella aclaró, en tanto, que esto fue para marcar “los criterios de lo que se fue avanzando”.
Sebastián Apesteguía, presidente de la Federación de Instituciones Agropecuarias Santacruceñas (FIAS), indicó que esta noticia es de verdadera importancia para los productores ovinos. “Al eliminar las retenciones en la exportación de lana y carne, estamos allanando el camino para un crecimiento económico sólido en el sector. La decisión de establecer un 0% de retención se basa en el reconocimiento de la importancia estratégica de la industria ovina para nuestra economía y en el sur argentino fundamentalmente”, precisó.
Esta medida no solo beneficia a los productores, según el presidente de FIAS, sino que también fortalece la posición del país en los mercados internacionales. “Debemos estar preparados para que la industria ovina prospere y contribuya de manera significativa al desarrollo económico. La decisión de establecer un 0% de retención en los derechos de exportación para la lana y carne ovina no solo beneficia directamente a los productores, sino que también aporta de manera significativa a la industria lanera y a los frigoríficos, generando empleo tanto directo como indirecto. El impacto positivo se extiende más allá de las fronteras de los campos; estamos fortaleciendo la cadena productiva, asegurando empleo estable y contribuyendo al desarrollo económico local”, añadió.
Durante la presentación, Vilella dijo que las retenciones van a recaer sobre los legisladores y no sobre un funcionario que “se va a levantar a la mañana y especificar qué sector estará afectado o no”.
“La decisión de lo que va a pasar está en manos de ustedes, hay una propuesta del Ejecutivo”, acotó. El decreto, deslizaron, da la facultad de bajar y no de subir, como sucedía anteriormente. El 85% de las retenciones son por la carne y los granos, según detalló el secretario. El resto representan alrededor del 15% del total.
Ante una aclaración que le hizo al diputado por Entre Ríos, Atilio Benedetti (UCR), Vilella dijo que muchas economías regionales tienen 0%. “El olivícola, arrocero, lácteos, frutícola, hortícola, porotos, lenteja, arvejas, papas, ajos, garbanzos miel, yerba, té, equinos, lana y maíz pisingallo, que son los que se han podido recuperar en este contexto. Y hay otros que se están estudiando que tienen volúmenes chicos y que deberían incluirse”, precisó .
El fideicomiso del trigo
La diputada Julia Strada (UxP) mencionó que la harina y el trigo se equipara al 15%, por lo que consultó si daba lo mismo producir y exportar trigo que producir y exportar harina. “No da lo mismo, la tonelada de harina está a US$390 y paga US$48 de retención, la tonelada de trigo está a US$248 y paga $37 de retención, por ende te conviene hacer trigo, no te conviene agregarle valor”, puntualizó.
En ese sentido, Vilella respondió que el trigo en el costo final del pan tiene menos del 12% en el valor final y amplió sobre el FETA.
“Si el trigo sube el 100%, el pan puede subir el 12%, todo lo demás que sube es por otros motivos, no por la materia prima. Lo otro que hay que decir es que el fideicomiso terminó siendo un capitalismo de amigos, porque casi todo lo que se recaudó fue a parar a una empresa quebrada que recibió más del 80% de los subsidios, donde los molinos pymes, los chicos, estaban en contra porque sabían de la arbitrariedad que se estaba generando con ese fondo. No se cuidó la mesa de los argentinos ni a los molineros, sí se benefició a una empresa cuasi quebrada en grande con ese subsidio”, apuntó Vilella.
Luego de los dichos del secretario, fuentes del sector dijeron a LA NACION que los principales molinos que integran la industria habían formado parte del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA). Según acotaron, en respuesta a las versiones de Vilella, el total de los que integraban ese mecanismo representan el 50% de la molienda de trigo toda la Argentina. Aclararon que Molino Cañuelas no se llevó el 80% de lo que se recaudó.
En el sector indicaron que había un límite, es decir, un cupo, de entrega de producto [harina] que se regía por las ventas de los últimos 36 meses. “Es importante destacar que el fideicomiso era abierto, podía participar cualquier molino [grande o chico] siempre y cuando presente la documentación solicitada. Los requisitos eran iguales para todos. Permitió mantener los precios de la harina a un ritmo menor. A mayor venta mayor era la participación”, dijeron.
Vale señalar que el FETA, creado por el exsecretario de Comercio, Roberto Feletti, en marzo de 2022, para subsidiar la bolsa de harina de 25 kilos que entregan los molinos a las panaderías, sumó varias denuncias. Una de ellas fue puesta por diputados de la Coalición Cívica, quienes presentaron una denuncia penal contra Feletti por supuestas irregularidades y la hicieron extensiva contra el BICE Fideicomisos SA. Pidieron que se investigue a las autoridades de las firmas Molino Cañuelas, Molinos Florencia y del grupo que señalan como controlante.
La otra denuncia fue puesta por la ONG Impulsar junto con Molinos Pymes (Apymimra) y la diputada María Campagnoli, ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) contra las entidades y empresas que crearon el fondo. En diciembre pasado, esa fundación informó que el FETA destinó más de $33.500.000.000 para el grupo Molca (Molino Cañuelas y Florencia), en el mecanismo de compensaciones que se modificó varias veces y que incluso fue actualizado al día siguiente de ser electo como presidente Javier Milei. “La Argentina tiene más de 150 molinos harineros y la inmensa mayoría de ellos son pymes distribuidos en todas las provincias, que no adhirieron al FETA (solo lo hicieron 20 empresas, entre ellas varias de las más grandes) e incluso denunciaron que se trataba de un mecanismo ineficaz y sospechado”, indicaron. Hasta principios de diciembre pasado el FETA había destinado $55.444.302.438,16.
Fuente: Diario La Nación