Argentina importó en 2023 un récord histórico de 10,3 millones de toneladas de poroto de soja
El cambio de gobierno llegó justo a tiempo para la industria aceitera argentina porque el inicio del proceso de normalización del comercio exterior permitió mantener un nivel mínimo de actividad.
En el mes de diciembre –producto del desastre productivo registrado en 2022/23– las existencias internas de soja en el mercado argentino eran (siguen siendo) por demás exiguas y corría riesgo el aprovisionamiento de mercadería con destino al sector industrial.
Ya en los meses de octubre venía aflojando el ingreso de soja proveniente de países vecinos, no solamente por una menor oferta disponible, sino también por las particulares condiciones que debían implementarse para gestionar el ingreso del poroto en el marco del régimen de admisión temporaria.
Con el Banco Central (BCRA) virtualmente “seco” de dólares durante la gestión del ministro Sergio Massa, eran las propias empresas aceiteras, ya sea con capital propio o créditos de prefinanciación de exportaciones, las que tenían que aportar las divisas para poder originar soja en los países vecinos.
Con la normalización del procedimiento cambiario para gestionar importaciones, introducido por el gobierno de Javier Milei a través de la comunicación “A 7917” el pasado 13 de diciembre, la operatoria empezó a normalizarse.
En ese marco, en diciembre pasado, según datos oficiales informados esta semana, la importación de soja repuntó para terminar el mes con ingresos por 595.476 toneladas, una cifra que representa el 38,2% del volumen de molienda realizado durante ese mes. Se trató, en términos relativos, de la proporción más elevada desde agosto de 2023, cuando la importación de soja fue equivalente al 47,4% de la molienda mensual.
Así el 2023 terminó con un récord histórico de importación de soja de 10,36 millones de toneladas, la mayor parte del cual provino de Paraguay (proveedor tradicional). La gran novedad además fue el hecho de concretar un gran volumen de importaciones realizadas con buques provenientes de Brasil.
La cifra confirma así un anticipo realizado por Bichos de Campo en marzo del año pasado, en el cual se adelantó el ingreso de al menos 10 millones de toneladas de poroto cuando –para esa época– parecía un evento imposible.
El régimen de “importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir perfeccionamiento industrial”, implementado por el decreto 1330/2004, facilita el ingreso de insumos con la obligación de que los mismos, una vez procesados en territorio argentino, sean exportados para generar divisas.
El régimen, conocido popularmente como “de admisión temporaria”, fue desactivado en 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ser reintroducido a comienzos de 2016 por la gestión de Mauricio Macri. Desde entonces, en lo que respecta al complejo sojero, el poroto ingresa al país para elaborar harina y aceite de soja, los cuales posteriormente se exportan. La alícuota del derecho de exportación (33%) se aplica sobre el valor agregado, es decir, sobre la diferencia del valor de la harina y el aceite exportado (FOB) menos el valor del poroto importado (CIF).
Fuente: Valor Soja