Momento decisivo las lluvias evitaron un nocaut en la cosecha, pero igual habrá fuertes daños
En la región pampeana se registraron abundantes precipitaciones que le pusieron un piso a las pérdidas de rendimiento que venían mostrando los cultivos de soja y de maíz por una sorpresiva sequía
En medio de una campaña agrícola que en los últimos 20 días se había tornado dramática por la falta de lluvias en varias zonas donde, además, arreciaban las altas temperaturas, hoy se registraron abundantes precipitaciones que, sumadas a otro fenómeno reciente, le ponen un piso a la pérdida de rindes en soja y en maíz. Sirven para “salvar en gran parte la cosecha”, graficaron ante LA NACION técnicos y productores que, no obstante, advirtieron que serán necesarias nuevas lluvias no más allá de 10 días.
En enero pasado, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó una cosecha de maíz de 59 millones de toneladas, un nivel récord. Vale recordar que en el ciclo último, afectado por la sequía, se recolectaron 36 millones de toneladas. En soja, en tanto, calculó 52 millones de toneladas versus 20 millones de toneladas de la campaña pasada. Sin embargo, con la intensa ola de calor y la ausencia de lluvias estos números quedaron en análisis. Se espera una nueva proyección de la BCR para la cosecha. La semana pasada la entidad ya había alertado que en la zona núcleo se perdieron 100.000 hectáreas con soja de segunda, el 10% del área con este cultivo en la región.
Hay altas expectativas por conocer los nuevos cálculos de producción de soja y de maíz que algunos técnicos privados que recorren los lotes descuentan en no de 7 millones de toneladas.
“Estas lluvias logran poner un piso [de rinde] aunque sea a los peores ambientes que iban a 0 prácticamente”, señaló Juan Pablo Ioele, asesor de productores, al referirse a los 40 mm a media mañana entre Marcos Juárez y Monte Buey, en el sudeste cordobés. Para el experto, de la producción récord que algunas estimaciones pregonaban no queda “nada, pero salva en gran parte la cosecha”.
En el caso de la soja, que había entrado a una zona de riesgo, según Ioele con las precipitaciones “logra sostener un rendimiento objetivo relativamente aceptable en los mejores ambientes”. Explicó: “Donde esperábamos 5000 kilos por hectárea en los mejores ambientes, en algunos casos se va a tener que conformar con alcanzar los 3800-4000 kilos por hectárea”.
Agregó que respecto del maíz tardío, que se siembra luego del trigo o avanzado diciembre, esta lluvia llegó mucho más justo para los más atrasados en su ciclo que solo sufrieron en etapas vegetativas.
“Ahora bien, en los tempranos sembrados tarde y en los tardíos sembrados temprano el impacto de la lluvia no llega a recomponer del todo su situación, ya que en parte del periodo crítico del cultivo sufrió durante las últimas semanas”, detalló el asesor de productores.
En opinión de Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, el fenómeno de lluvias “barre definitivamente a la ola de calor”. Mercuri señaló que con estas precipitaciones la situación climática se “revirtió totalmente en la mayoría de las zonas”. Precisó que en algunas “quedó el agua ajustada a necesidades de los cultivos” y en otras se recuperó el almacenaje en el suelo.
En tanto, Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, reflexionó: “Esto detiene el daño [de los cultivos], por ahí recupera algo, aunque hay una buena dosis de pérdida”. Sierra remarcó que la primera quincena de enero fue lluviosa y luego desde la segunda quincena del mes pasado hasta ahora se “recortaron mucho” las expectativas productivas.
Sergio Grosso, un ingeniero agrónomo que realiza un seguimiento del clima y postea al respecto desde la cuenta @Meteo_Salto, dijo que en la localidad bonaerense de Salto sumaron 106 mm hasta media mañana, considerando la lluvia de hoy [45 mm] y otra registrada el viernes pasado [61 mm].
“Lo de hoy es muy parejo porque avanzó un frente de muchos kilómetros”, dijo para referirse a la extensión del fenómeno. “A las sojas de primera de esta zona les va a faltar un empujón más dentro de los próximos 10 a 12 días. Las de segunda todavía tienen un recorrido más largo, pero si no llovía esta semana no llegaban a la que viene”, expresó.
De acuerdo con Grosso, “claramente se detuvo la caída” en el potencial de rinde y en soja habrá que ver si puede estirar su ciclo de floración para generar una nueva cantidad de vainas. “Con la cantidad que hay [de vainas] no alcanza para una buena cosecha”, indicó.
“Será importante que se repita [la lluvia] no más allá de 10 días, especialmente por esas zonas que quedaron un poco rezagadas. Había lotes muy complicados, hay que verlos en 4 o 5 días y ver qué capacidad de reacción tienen. Eso define una parte importante de la cosecha en esta zona”, dijo.
Entre otros registros de precipitaciones de la región pampeana, la firma Zeni consignó los siguientes acumulados desde el sábado: Arrecifes, 47 mm; Gualeguay, 80 mm; Tancacha, 60 mm; Venado Tuerto, 50 mm; Hernando, 65 mm; Baigorrita, 90 mm. También dio cuenta de 81 mm en Río Cuarto, 53 mm en Bell Ville, y 42 mm en Cruz Alta, entre otros lugares.
En la red X, el usuario @PatriPorrato reportó las siguientes precipitaciones de hoy: 82 mm en Piedritas; 80 mm en Buchardo; 50 mm en Onagoyti; 40 mm en Italo; 45 mm en Serrano; 76 mm en Santa Regina; 70 mm en Charlone; 68 mm en Bunge; 60 mm San Joaquín; 62 mm en General Villegas; 54 mm en Pincén y 95 mm en Banderaló.
“Los maíces y sojas tempranas se hicieron muy bien. Nos llovió bien para la siembra de segunda, nació todo muy bien, pero después se frenó unos 20 días sin lluvias y con temperaturas muy altas. El viernes pasado llovió entre 85/110 mm por la zona y ahora otra vez”, dijo, entusiasmado, Sebastián Depetris, de la zona de Colonia Milessi, entre Morteros y Brinkmann (Córdoba).
Federico Palmieri es productor y prestador de servicios para el sector. Reportó 110 mm en Bermúdez, en el partido bonaerense de Lincoln, donde tiene un campo. En tanto, precisó que en Junín, donde vive, llovió 72 mm desde el viernes pasado.
“Tenés lotes buenos y lotes que en las partes muy afectadas no van a mejorar, son sectores de calidad de suelo mala y que sufren primero. Caída de rinde seguro vamos a tener, pero no en todos los casos por igual”, dijo. Detalló que hay mucha diferencia por manejo y historia del lote, cultivos antecesores y fertilidad.
Fuente: Diario La Nación