No llores por mí Argentina. La harina de soja va camino a sumar un nuevo factor bajista
El bajísimo nivel de comercialización de soja por parte de los productores argentinos va camino a encontrarse con un factor de mercado bajista en plena cosecha del cultivo de siembra temprana (“soja de primera”).
Brasil hizo un esfuerzo por cubrir el bache de oferta de harina de soja dejado por la Argentina desde mediados del año pasado a causa del desastre climático que liquidó buena parte de su cosecha de la oleaginosa.
Ese impulso se encontró este año con un adelantamiento de la cosecha de soja a causa de las restricciones hídricas ocurridas en diversas regiones productivas brasileñas. Así es como a la fecha, según estimaciones de la consultora AgRural, ya se levantó un 32% del área de soja en Brasil.
En ese marco, los embarques proyectados de harina de soja brasileña no sólo registrarían un récord histórico en el primer bimestre de 2024, sino que, en lugar de concentrarse –como es habitual– entre los meses de mayo y agosto, este año se focalizarían en el segundo trimestre.
Tal fenómeno –sin considerar otras variables negativas presentes en el mercado internacional– representarán un factor bajista importante en pleno período de la cosecha de soja de primera argentina. Un factor que, vale recordar, se sumaría a otros que están “destruyendo” los valores internacionales del producto.
Si las distorsiones cambiarias presentes en el mercado argentino siguen vigentes durante el período de recolección de la soja de primera, entonces los productores argentinos urgidos por vender el poroto 2023/24 para generar liquidez podrían resultar perjudicados.
El único factor de contrapeso a ese escenario es una retención generalizada de soja por parte de los empresarios agrícolas argentinos, algo que está por verse en función de las pérdidas productivas ocurridas en la presente campaña, el incremento de costos y la inflación generalizada presente en el país.
Fuente: Valor Soja