Una cifra muy digna Argentina, según la Bolsa de Comercio de Rosario, aún está en carrera para cosechar 49,5 millones de toneladas de soja
La ola de calor registrada entre fines de enero y comienzos de febrero provocó pérdidas en los cultivos de soja y maíz, pero las mismas no resultaron catastróficas. Tal es el diagnóstico de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que este miércoles proyectó una cosecha argentina 2023/24 de maíz de 57,0 millones de toneladas de maíz y de 49,5 millones de toneladas de soja
La ola de calor intenso, junto con la interrupción de las lluvias registrada, ocurrida a partir del 17 de enero pasado se presentó el período crítico de la soja de primera y promovió el aborto de chauchas.
“Si se compara esta estimación con la proyección de soja de principios de enero, el deterioro de los cultivos llevó a un fuerte recorte de 2,5 millones de toneladas”, señala el informe de la BCR. “Este recorte no ha sido mayor gracias a las lluvias claves que cayeron entre el 7 y el 14 de febrero”, añade.
Tras las lluvias, se observó una reacción positiva en áreas como el sudeste de Buenos Aires, centro-sur de Santa Fe, sur de Córdoba y Entre Ríos. Pero hay otras zonas en las que las recientes lluvias no resultaron suficientes y además habían recibido menores acumulados desde diciembre, como en el caso de centro, oeste y noreste bonaerense, centro-norte de Córdoba, Santiago el Estero y especialmente Chaco.
“En cuanto a la soja de segunda, la situación sigue muy delicada. El golpe de calor ha dejado daños generalizados en la región pampeana: hubo caídas en los rindes potencial del orden del 40% a 60% y numerosas áreas pérdidas que llevan a estimar un área no cosechable de 750.000 hectáreas”, apunta el informe.
En Buenos Aires se estima un rinde medio provincial de 29,7 qq/ha, mientras que en Córdoba sería de 31,3 qq/ha. En Santa Fe, que el año pasado alcanzó una media provincial de sólo 13,0 qq/ha, se estima que la misma podría estar en 35,8 qq/ha.
La ola de calor también impactó en el maíz ya que se estima una caída en la estimación de producción de 3,4% frente al guarismo de enero. “Con un rinde de 76,9 qq/ha a nivel nacional, se prevé una producción de maíz 2023/24 de 57 millones de toneladas: un recorte es de 2,0 millones respecto de la cifra estimada en enero”, proyecta la BCR, aunque aclara que las cifras podrían cambiar en las próximas semanas.
Eso porque en los maíces tempranos, que representa el 35% del total sembrado, el golpe de calor amenaza con un adelgazamiento del peso del grano, lo que podría dejar pérdidas de 10% a 15% respecto del rinde esperado en las áreas más afectadas.
“En los tardíos cuyas fechas de siembras situaron la floración en las semanas de la ola de calor, hay grandes niveles de daños, que llegan a superar el 50% del rinde potencial y hay una gran incógnita respecto del resultado que pueda concretarse”, advierte el informe.
“Los tardíos que se sembraron más tarde y lograron sortear esas semanas fueron beneficiados por las lluvias de la segunda semana de febrero. Sin embargo, es muy importantes que reciban nuevos aportes en los siguientes días para afirmar la recuperación y sostener el potencial de producción maicera 2023/24 que se estima”, concluye.
Fuente: Valor Soja