El consumo no tiene resto. En febrero la carne aumentó menos que la inflación, pero la hacienda para faena subió 18%
Los precios de la carne vacuna tuvieron incrementos muy inferiores a la inflación de febrero en los principales conglomerados urbanos y centros de consumo del país. Según el informe mensual de precios del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA)
Los precios de la carne vacuna tuvieron incrementos muy inferiores a la inflación de febrero en los principales conglomerados urbanos y centros de consumo del país. Según el informe mensual de precios del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el mes pasado la carne bovina aumentó solo 4,2% en la zona AMBA, 6% en Rosario y 3% en Córdoba.
Diferentes movimientos tuvieron las otras carnes. La de pollo aumentó entre 5% y 7%, mientras que la de cerdos en la Capital y Conurbano bajó 2% y se mantuvo estable en Rosario y Córdoba.
Teniendo en cuenta que la inflación promedio fue de 13,2%, en los tres casos hubo caídas en los precios reales aunque de menor magnitud.
La que más sufre es la carne porcina, que viene con precios en baja desde hace unos meses, que no tiene la alternativa de la salida exportadora y que además a partir de ahora podría sufrir la llegada de cortes importados desde Brasil, lo que limitaría más la posibilidad de que mejoren sus valores y los de la capones pagados a los productores.
En el caso de la carne vacuna, la leve suba del precio tiene que ver con el impacto en el bolsillo de la inflación y la falta de actualización de los salarios. Esto se da en un contexto de incrementos de otros rubros que componen el costo de vida, especialmente de la clase media, como las prepagas, combustibles, colegios, indumentaria y tarifas energéticas.
Con el bolsillo achicado e incrementos en esos rubros hay una amplia porción de la población que está haciendo malabares con sus ingresos, lo que afecta su capacidad de pago de la carne. El consumo absorbe toda la mercadería que se le ofrece, pero no puede convalidar subas mayores a las que se vienen dando.
En tal sentido, la analista del Rosgan, María Julia Aiassa indicó: “Si observamos la trayectoria del aumento general de precios (IPC), el Índice de Salarios y el precio de la carne vacuna, medidos en términos de variaciones interanuales, vemos que a diciembre -último dato publicado por el INDEC- los salarios en Argentina terminaron 58 puntos atrasados respecto de la inflación”.
En tanto, en la comparación interanual las tres carnes le siguen ganando aunque por poco a la inflación. Cuando se tengan los datos de marzo seguramente darán con suerte un empata.
En el último año la inflación acumulada según INDEC fue de 276,5%, mientras que la carne vacuna subió 286%, la de pollo registra una mejora de 335% y la porcina de 290%.
Los ganadores, por ahora, del reparto de dinero en la cadena son los productores. Resulta que en febrero el promedio del novillo fue de 1.689 pesos por kilo vivo, lo que significa 18% más que el promedio de enero. Para el novillito y la vaquillona, la mejora fue de 17% intermensual mientras que para las vacas no hubo modificaciones en los valores y el promedio rondó los mil pesos.
Los precios el ganado para faena medidos en dólares libres, es decir mil pesos por unidad, rondan los 1,80/1,90 dólares mientras que los de la invernada son de 2,20/2,30 dólares por kilos. Son valores altos en términos reales e históricos.
Fuente: Bichos de Campo