No quedó nada. El temporal arrasó 35.000 hectáreas en la zona de Nueve de Julio
La superficie afectada incluye tanto cultivos agrícolas como pasturas para la ganadería de ese partido bonaerense; hay importantes daños materiales en los establecimientos rurales

“No quedó cereal, no quedó planta de silo, no quedaron galpones ni tinglados. No quedó nada”. Con estas palabras, Walter Espierres expresó la desolación y la magnitud del desastre provocado por el temporal en el partido bonaerense de Nueve de Julio. Encargado de un establecimiento agropecuario, dijo que allí no saben por dónde empezar con la construcción de “semejante desastre”.
Ayer, en este partido, la combinación de vientos de más de 150 kilómetros por hora, lluvias y granizo causó importantes daños materiales y en los cultivos, con una estimación de unas 35.000 hectáreas arrasadas, entre agricultura y pasturas para ganadería. Además se reportó la muerte de animales. Este fenómeno meteorológico no solo golpeó a Nueve de Julio, sino que también ocasionó graves daños en Bragado y en sectores de la provincia de La Pampa.
Fernando Mato, presidente de la Sociedad Rural de la localidad bonaerense de Nueve de Julio, detalló que el daño en los cultivos agrícolas, estimado sobre unas 20.000 hectáreas, varía del 50% al 100%, aunque aún no han distinguido si son de maíz o de soja. En esta campaña se sembraron aproximadamente 220.000 hectáreas de soja y 40.000 de maíz. En el partido hay alrededor de 1300 productores y la tormenta impactó en unos 80 productores. Además de los destrozos materiales en tinglados, casas, galpones, silos e incluso, como se mencionó, la pérdida de animales.
“Nos está llegando la información porque recién hoy la gente está pudiendo ir al campo”, aclaró el dirigente rural. Relató que el temporal afectó la parte norte de la ciudad y se extendió unos 10 kilómetros hacia el campo.
Espierres, en tanto, recordó que ayer por la tarde, cuando retomaron las tareas junto con sus compañeros de trabajo, comenzaron las fuertes ráfagas de viento. “Afortunadamente nos logramos refugiar en una vieja estación que fue lo único que, junto con un puesto, quedó en pie”, dijo. Remarcó que en 35 años que se dedica a la actividad nunca vivió una cosa así. “Fue terrible: decirlo es una cosa y ver lo que quedó es otra. Es un horror el desastre que hizo”, comentó.
En ese sentido detalló que el temporal rompió al menos siete silos del establecimiento, volcó una tolva y una monotolva, los galpones, un tinglado y, además, hizo importantes daños en los 700 hectáreas que tienen sembradas con soja y maíz. “A los lotes todavía no los hemos podido salir a recorrer bien porque no nos dio el tiempo. No sabemos por dónde empezar”, subrayó.
Una situación similar se vivió en Bragado, donde el presidente de la Sociedad Rural local, Pedro Fernández Llorente, expresó que también hubo árboles caídos, tinglados y galpones destrozados, autos atrapados bajo árboles, y cultivos bajo el agua. Según detalló, impactó principalmente en Olascoaga, pero también tuvo efectos en Comodoro Py y la zona de Asamblea.
“En cuanto a la cosecha, necesitamos esperar para ver cómo se recuperan [los cultivos], pero hay muchos cultivos dañados”, remarcó. Acotó que la tormenta se originó en Nueve de Julio y registró picos de intensidad en Bragado. El dirigente contó que el partido vivió también, la semana pasada, otro temporal que azotó la zona de Saladillo, vecina a Bragado, dejando afectadas también hectáreas en este partido.
Reporte
En tanto, el equipo de GEA (Guía Estratégica para el Agro) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) hizo un análisis de las últimas precipitaciones sobre la región núcleo, con localidades que superaron los 300 milímetros en lo que va de marzo.
“Aún es temprano para determinar el alcance del daño que estas lluvias podrían haber causado en los cultivos. Sin embargo, es evidente que los anegamientos presentan un desafío adicional, especialmente cuando el agua comience a retirarse y sea posible evaluar con mayor precisión las pérdidas”, indicó.
Agregó: “Un aspecto preocupante es el atraso en la cosecha de los maíces, ya que la alta humedad y la inestabilidad climática retrasan la disminución de la humedad en los granos. Este contratiempo afecta no solo el calendario de cosecha, sino también la calidad y la eficiencia de la recolección”.
De acuerdo al reporte, para la soja de primera, dado que los granos ya están en la última fase de su ciclo, “el beneficio de estas precipitaciones es limitado, a excepción de algunos lotes que podrían estar ligeramente más retrasados en su desarrollo”.
“No obstante, hay una esperanza para las sojas de segunda y los maíces tardíos, cuyo llenado de granos podría verse favorecido por las lluvias, siempre y cuando no sufran por exceso de humedad. Este detalle es crucial para mantener la esperanza de recuperar parte del potencial productivo”, indicó.
Por último, remarcó que tras las lluvias habrá al menos cinco días de clima mejorado, con sol y sin precipitaciones. “Este breve periodo sin lluvias será clave para evaluar la posibilidad de avanzar con la cosecha de maíz, dependiendo de si los lotes están en condiciones de ser trabajados”, expresó.
Fuente: Diario La Nación