Se viene la estación crítica los mejores tips para alimentar hacienda en invierno
Se acerca la estación del año con menor producción forrajera y riesgo de estrés nutricional para rodeos de cría y hacienda en engorde. Para enfrentar esta etapa, hay varias herramientas disponibles, como la siembra de verdeos de invierno, la suplementación con silajes y el pastoreo de lotes diferidos.
A continuación, algunas recomendaciones para el uso eficiente de estos recursos en establecimientos de cría y engorde.
Verdeos de invierno
Estanislao Quiroga, técnico de AZ-Group, recuerda que los verdeos de invierno tienen varias etapas durante su aprovechamiento. El primer pastoreo -generalmente en abril-principios de mayo, según años- suele ser aguachento y con poco volumen de materia seca, pero es conveniente no demorarlo para evitar la encañazón. Los pastoreos durante los dos meses siguientes constituyen la etapa de mayor aprovechamiento, tras lo cual sobreviene el pastoreo del remanente en pleno invierno, ya helado, con pérdida de calidad y sin crecimiento.
La etapa final es en agosto normalmente, tras lo cual viene la aplicación de herbicida para orientar el lote a siembra de verdeos de verano o granos gruesos. A lo largo de su evolución, el contenido de materia seca de los verdeos puede arrancar con 15% en abril-principios de mayo, para terminar con 28% en agosto. El porcentaje de proteína puede pasar de 21-23% al inicio del ciclo para terminar en 8-10%. El contenido de energía no muestra grandes cambios a lo largo del ciclo, mientras que sí sube la concentración de fibra.
Conocer la evolución de la composición nutricional de los verdeos de invierno permite utilizarlos de la mejor manera en distintas categorías de hacienda. Por ejemplo, si se hace un primer aprovechamiento de avena con recría o invernada, se obtendrán ganancias de peso muy pobres o incluso pérdidas versus un pastoreo en mayo y junio, con el que se pueden alcanzar aumentos superiores a los 700 gramos por día y por cabeza.
Autoconsumo de silaje
Los silajes con autoconsumo permiten sustituir a los verdeos de invierno con un sistema sencillo y económico de suministro. “Hay que considerar que su confección exige costos importantes, por lo que los ganaderos deberían ser muy prolijos en el manejo de este alimento”, aconseja Quiroga.
Usar tablón con marco para el silo de autoconsumo
Existen algunos parámetros para guiarse en esta operación, por la que los animales acceden directamente a la reserva.
- De acuerdo a la disponibilidad y calidad del forraje de un potrero se calcula la cantidad de silaje a suministrar diariamente en función de la materia seca faltante.
- Los silobolsas que contienen el silaje deben haber sido orientados en sentido norte- sur. Se deben consumir por el norte para tener más horas de sol que sequen el piso.
- El avance permitido de la hacienda debe ser de al menos 20 centímetros por día como valor orientativo. Treinta centímetros de frente por día aportan aproximadamente 300 kilos de materia seca que equivalen a 4,3 kilos por cabeza para 70 vaquillonas.
Como dato orientativo, hasta 70 vaquillonas o novillos por frente de silo comen bien, aunque hay que monitorear diariamente que no sobre material ni que los animales se queden con hambre.
- Para regular el consumo se pueden usar cercos con alambre eléctrico, rejas móviles o tablones de madera de 40 cm de altura, con marco, sostenidos por varillones.
Silo de autoconsumo con reja para la hacienda
- Es conveniente tener muy buenas instalaciones eléctricas, con un electrificador por silo.
- Siempre hay que dejar espacio para la salida de los animales luego del consumo y evitar que se “embolsen”; deben salir por los costados girando y no reculando, que es antinatural para el bovino.
- El barro y el pisoteo pueden ser un problema; se debe elegir muy bien el lugar de confección del silo.
- Si aparece material degradado descartarlo rápidamente con horquilla.
Pastoreos diferidos
Los diferidos de maíz y sorgo se utilizan principalmente para rodeos de cría. Junto con el pastoreo de rastrojos, permiten concentrar las vacas fuera de los campos naturales. Estos recursos van perdiendo digestibilidad a medida que avanza el otoño y se entra al invierno. De ser necesario, el suministro de sales puede ayudar al balance mineral de la dieta y también puede ser una herramienta para mejorar su digestibilidad.
Al ser recursos que no rebrotan, no es necesario comerlos en parcelas; se pueden aprovechar con un frente con eléctrico, pero es necesario que la asignación forrajera por cabeza sea ajustada por dos motivos: primero, para asegurar un consumo eficiente y segundo, para evitar que la selección que hace el vacuno sobre los granos acarree problemas de acidosis.
“La sumatoria de las medidas propuestas aumenta la eficiencia y la productividad de los sistemas ganaderos en el momento más crítico del año, con repercusiones directas sobre la rentabilidad de la actividad”, concluye Quiroga.
Fuente: Diario La Nación