Derrumbe cayó un 24% el gasto por habitante en carne vacuna
Según un informe del consultor Andrés Halle, que hizo una comparación según el Salario Mínimo Vital y Móvil, desde abril de 2023 a abril último se pasó de destinar el equivalente a $31.274 constantes por mes a este alimento a $23.850
El gasto en carne vacuna a partir del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) registró un derrumbe del 24% entre abril de 2023 y abril pasado, según se desprende de un informe realizado por Andrés Halle, consultor experto en temas vinculados con la actividad ganadera.
“En abril de 2023 un Salario Mínimo Vital y Móvil equivalía a aproximadamente 43 kilos de carne al público y se gastaba el equivalente a 31.274 pesos constantes por mes en el consumo de carne vacuna. En ese momento el consumo por habitante se situaba cerca de los 52 kilos”, explicó.
Luego Halle amplió: “Durante el último mes de abril, el monto del SMVM equivalía a solo 32 kilos, y el gasto por habitante en carne se redujo a 23.850 pesos constantes por mes, lo cual representa una caída del 24% respecto del valor de un año atrás. Producto de la menor oferta total y el aumento en las exportaciones, el consumo se ubicó cerca de los 43 kilos por habitante/año”.
El precio en pesos corrientes de la carne al público, con un promedio de cinco cortes, era en abril de 2023 de $1853 el kilo (hoy actualizado $7216) y en ese momento el SMVM era de $80,342 (valor actualizado, $312.856). En tanto, en abril de 2024 el valor promedio se ubicó en $6960 por kilo, con un SMVM de 221.052 pesos por mes, según explicó.
Vale recordar que, la semana pasada, la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) alertó que durante el primer cuatrimestre de 2024 el consumo de carne vacuna por habitante cayó al peor nivel de los últimos 13 años. Con 42,4 kilos por habitante/año mostró una retracción del 18,5% versus igual período de 2023. Puntualmente en abril pasado, según el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), los precios de la carne vacuna aumentaron un 4,5%, 4,3 puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación, que cerró en 8,8% el mes anterior, según datos del Indec.
En este contexto, el informe de Halle señaló que durante el bimestre marzo-abril se produjo un “punto de inflexión”: hubo una merma interanual del 14% en el total de animales faenados, con una caída puntualmente del 25% en la faena de vacas. Esto, según el experto, marcó “claramente” una desaceleración en la faena de dicha categoría. Advirtió que “para encontrar un marzo/abril con una menor faena de hembras hay que remontarse a 2017″.
Una de las cosas que define la cantidad de vacas en la faena es el precio de la misma y su relación con el resto de las categorías. La vaca ha perdido valor relativo respecto de otras categorías, lo que lleva a que al criador no le sea tan conveniente desprenderse de esta categoría y prefiera en muchos casos hacer caja vendiendo otra categoría, alargando la vida útil de la vaca”, explicó Halle.
También indicó que a la hora de proyectar la faena anual, deberá tenerse presente que los machos tienen un desvío respecto de su media de solo el 5%, mientras que el desvío de las hembras es del 18%. “Por ello son las hembras, básicamente, quienes marcarán la variabilidad. Dentro de las hembras, el envío a faena de vacas es más estable que la remisión de vaquillonas”, dijo.
En este marco, señaló que las vaquillonas tienden a sobreengrasarse al finalizar su engorde, lo que resulta en una pérdida de valor por kilo y un mayor costo energético al depositar grasa en lugar de músculo. Esto limita la duración de su proceso de engorde. En cambio, los machos tienen la capacidad de desarrollar más músculo y kilos sin perder valor de venta, especialmente aprovechando los recursos forrajeros de finales de verano y principios de otoño.
“Desde noviembre del año pasado, el sobreprecio que se pagó siempre por las categorías más livianas se ha reducido mucho e incluso en ciertos casos ha desaparecido, haciendo de tal modo una alternativa económica más rentable producir un animal más pesado. Seguramente con el correr de los meses crecerá la participación de machos y disminuirá la de hembras”, comentó.
Considerando todo este panorama descrito y anticipando el posible cierre del año, Halle comentó: “Al extrapolar los datos de faena se vislumbra una alta probabilidad de que 2024 termine con unas 13,3 millones cabezas, casi la misma oferta pronosticada en el informe de diciembre de 2023. Esta proyección se fundamenta también en la cantidad de animales que se han movido para invernada durante 2023 y lo que va de 2024″.
En tanto en lo que respecta al precio del novillo en pesos constantes indicó que está actualmente un 21% por encima del promedio de la serie 1990-2023, pero un 23,5% por debajo del valor máximo histórico para marzo. Mientras tanto, el valor de la vaca gorda tiene un retraso del 13% en comparación con el novillo. Las variaciones interanuales en los precios del kilo vivo son significativas, con aumentos del 75% para el ternero y del 60% para el novillo en dólares libres desde abril de 2023 hasta marzo de 2024.
“Estas enormes variaciones en el tipo de cambio, la inflación, el cepo cambiario, los aranceles diferenciales de importación y los derechos de exportación hacen necesario que continuamente se esté evaluando los precios y los valores relativos. Al comparar las relaciones insumo/producto más importantes promedio 2023 versus promedio 2024 (cuatro primeros meses), han mejorado para el maíz, fertilizantes y empeorado para el caso del gasoil, semillas forrajeras, labores. Los salarios se mantienen en niveles similares promedio, pero han empeorado su relación en el último mes”, concluyó.
Fuente: Diario La Nación