Hay todavía un riesgo un asesor estrella de Luis Caputo explicó qué debe ocurrir para salir del cepo y por qué no se hizo antes
Durante el cierre del Congreso Maizar 2024, el economista señaló que eso pasará “cuando no haya sobresaltos” en las cuestiones macroeconómicas que sigue el Gobierno
El asesor Federico Furiase, que se desempeña con el ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo que para salir del cepo se tienen que dar cuatro puntos fundamentales en los que todavía trabaja el Gobierno. Después de poner en contexto a productores y empresarios que lo escuchaban en el Congreso Maizar 2024 sobre la situación en que estaba la economía del país, señaló que si esto [la salida del cepo] se hubiese dado en diciembre cuando asumió Javier Milei hubiese sido una “calamidad”. Aclaró que no se intenta entrar en el loop de ganar competitividad devaluando, ya que genera mayor inflación. Y para bajar impuestos tiene que estar firme el tema fiscal y monetario.
El economista cerró el Congreso de Maizar junto con el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella. Destacó que de enero a abril se ha logrado un equilibrio fiscal primario y un superávit fiscal financiero que refleja el ancla real del modelo que está relacionado con lo fiscal. Este está relacionado con ajustes por parte del gasto, donde también está la baja de los subsidios y aumentos de las tarifas.
Consultado sobre la salida del cepo, dijo que el Gobierno todavía no tiene una previsión de cuándo se definiría. “Para salir del cepo se tienen que dar cuatro condiciones, como los stocks heredados, deuda comercial, problemas de flujo, el ancla fiscal y saneamiento de la hoja de balance del Banco Central [BCRA], que es el nivel de reserva de los pasivos remunerados.
Para entender que la salida del cepo están dadas es que se cumplan estos cuatro aspectos macroeconómicos y se va a dar cuando no haya sobresaltos”, amplió.
Agregó que pasará cuando “no se tenga que hacer devaluación, un aumento de las tasa
de interés que impliquen un retroceso en ese proceso de la inflación”. Precisó: “Si miramos desde diciembre para acá y las condiciones heredadas, salir del cepo hubiese sido una calamidad, mirando estos cuatro aspectos”.
Remarcó que si hoy se saliera del cepo con todo el avance que hizo el Gobierno en esos frentes no sería lo indicado. “Hay todavía un riesgo, por eso es que seguir avanzando en el saneamiento y la hoja de balance del BCRA. En el frente fiscal se avanzó muy bien, en el problema de stock se avanzó muy bien, igual que en la cuestión de flujo, en el nivel de reservas y los pasivos remunerados, porque el Central tenía 12.000 millones de reservas netas negativas. Hoy estamos en cerca de estar en zona cero, pero todavía hay que hacer un colchón. Desde el lado de los pasivos remunerados bajaron un 54%, pero falta avanzar en el frente de estar más holgados en el nivel de reservas para poder salir del cepo sin sobresaltos”, amplió.
Dijo que mientras se siga haciendo los deberes desde el lado fiscal y monetario, toda la expectativa de inflación va a ir convergiendo a ese crawling peg del 2%. Además indicó que la inflación y la tasa de interés van convergiendo y eso hace que cada vez la tasa que se encuentra negativa esté más cerca de neutral y positiva: “No es una sorpresa para nosotros, era lógico tener una apreciación del tipo de cambio una vez que hicimos un overshooting del tipo de partida”.
Aclaró que una vez que se sale del cepo no se vuelve atrás, pero con el ancla fiscal firme se vuelve inquebrantable: “Esto permite una baja de impuestos”. Sostuvo que hay que hacer los deberes fiscales y monetarios más allá de la macro, en las pymes. Explicó también que no se gana competitividad devaluando: “Es una mentira. Tienen que entender que la devaluación solo lleva a un nivel de inflación más alto y eso es un problema para todos los argentinos”.
El economista, que escuchó preguntas del público, insistió que no se gana competitividad devaluando. “Para tus números es hacer los deberes fiscales y monetarios, que es lo que se está haciendo, eso permitirá ir bajando impuestos. Esta es la manera, una vez que tengamos firme empezar a bajar impuestos; una devaluación es generar más inflación, no es una baja de competitividad”, precisó.
Por sugerencia de Vilella, brindó “consejos” a los productores que tienen granos almacenados: “Cuando uno mira los incentivos macroeconómicos, las condiciones están dadas. En diciembre vimos que iba a venir una apreciación real y el gap del tipo de cambio se iba a achicar producto de la apreciación. Hoy sigue pasando lo mismo, no hay razones para pensar en una devaluación. La nominalidad va comprimiendo muy fuerte, la inflación y la tasa de interés van camino mientras se mantenga el crawling peg y el control fiscal y monetario, con lo cual, y en los últimos [meses] tuvimos el plus de que aumentaron los precios internacionales de la soja. Inclusive con este reacomodamiento del dólar al Contado Con Liqui hay un reacomodamiento en el precio de la soja del 13% en el último mes, y el control fiscal y monetario van a seguir muy fuerte”.
Fuente: Diario La Nación