La secuencia trigo/soja promete mejores resultados económicos y permite eludir los ataques de chicharrita
El aumento de área sembrada con trigo podría ser mayor al de las estimaciones hechas hace algunas semanas. Sucede que, con 250 dólares por tonelada para el trigo en diciembre de 2024, la combinación del cereal con la soja es la actividad agrícola más rentable en la zona central del país.
El aumento de área sembrada con trigo podría ser mayor al de las estimaciones hechas hace algunas semanas. Sucede que, con 250 dólares por tonelada para el trigo en diciembre de 2024, la combinación del cereal con la soja es la actividad agrícola más rentable en la zona central del país. Y hay otro argumento demoledor en su favor: esa combinación permite hacer un pase de torero a la peligrosa chicharrita.
Nadie sabe qué va a pasar con este temible insecto en la campaña de maíz 2024/25, luego de un invierno que pinta más severo que el anterior, que podría jugar en contra de su desarrollo. No obstante, “el factor climático no es ninguna garantía si se considera la adaptación creciente de las plagas en los últimos tiempos; hace diez años se decía que la mosca de los cuernos no iba a bajar de Tucumán o que el pulgón amarillo era un insecto de la zona subtropical y hoy se los puede ver hasta en Bahía Blanca”, distingue Juan Balbín, productor de General Villegas, ex presidente del INTA y de CREA. En función de ese riesgo latente, el empresario estima que en la zona central del país va a aumentar el área sembrada con trigo/soja y con soja de primera en la campaña agrícola 2024/25.
En el norte
Volcarse a estas alternativas puede ser el proceder hasta disponer de híbridos de maíz templados con tolerancia a los ataques, como la que tienen algunos materiales tropicales usados en el norte del país y en Brasil. La memoria corta de buenos rindes de la oleaginosa 2023/24, sobre todo de los cultivos de segunda, fogonea esta posibilidad productiva.
“La sustitución del maíz en la región norte -Chaco, Santiago del Estero, norte de Córdoba- es mucho más difícil”, adelanta Balbin. Excepto el sorgo, no hay una gramínea -como el trigo en la región central- que se pueda insertar en la rotación para reemplazar al maíz, con lo cual se derrumba el modelo productivo desarrollado durante muchos años, con alternancia del cereal y de la soja. Además, hay otro riesgo que enfrentan los productores de maíz de todo el país: el fenómeno la Niña.
El titular de una agronomía recibió consultas sobre híbridos para maíz temprano, que podrían escapar a los ataques de chicharrita, pero las gestiones de compra no avanzan hasta ver si habrá o no humedad suficiente para la siembra en septiembre. En su zona ya pasaron 20 días sin llover y parte de la humedad acumulada en abril y mayo se va disipando.
Fuente: Diario La Nación