La industria alimenticia se reunió para evaluar la producción futura. Hay que darle un uso más eficiente a las materias primas, dijeron empresarios preocupados

En el Centro Argentino de Ingenieros (CAI) ubicado sobre la calle Cerrito del centro porteño, se celebra desde este martes y hasta el próximo jueves 13 junio, la tradicional Semana de la Ingeniería. El evento dedicado a la industria de alimentos y bebidas es un escenario propicio para el intercambio de experiencias y oportunidades entre las principales empresas del sector.

La industria alimenticia se reunió para evaluar la producción futura. Hay que darle un uso más eficiente a las materias primas, dijeron empresarios preocupados

La jornada que se desarrolla bajo el lema “Argentina: de granero del mundo a las góndolas internacionales”, reúne a referentes de la industria alimentaria entre los que figura la COPAL (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios) e importantes empresas como Ledesma, Arcor, Nestlé, Mondelez y Quilmes, por solo citar algunas.

El espacio que contó con la presencia del secretario de Bioeconomía Fernando Vilella, significó un punto de conceso entre los principales oradores, quienes destacaron el potencial exportador de la Argentina. “Alimentos y bebidas representa el 40% de las divisas por exportaciones que ingresan al país y 4 de cada 10 pesos de recaudación tributaria. Además tiene una balanza sectorial superavitaria que genera 12 dólares de exportación por cada dólar que importa la industria”, dijo Carla Martín Bonito, presidenta de COPAL y panelistas del evento.

No obstante, Bonito remarcó que “el sector se encuentra en un momento de estancamiento crónico desde hace 15 años, por no contar con condiciones de competitividad que permitan desplegar el potencial de la industria. En los últimos 15 años las empresas exportadoras argentinas se redujeron un 30%. En alimentos y bebidas hay 14.000 empresas, pero solamente 1.300 de esas compañías son exportadoras. No podemos dejarnos caer en el pesimismo pero tenemos que ir hacia un cambio de tendencia con políticas de estado para incentivar, la creación de empleo formal privado, la simplificación burocrática y una reforma impositiva que favorezca la inversión. Hoy cada alimento que se consume en Argentina tiene una carga tributaria entre el 40% y el 50%”, agregó

Por otra parte Pablo Bereciartua, Presidente del CAI, insistió en que “es fundamental definir agendas y políticas públicas para promover la inversión privada y la competitividad. Hay que pensar cómo sumar nuevos productos y destinos”, dijo.

A tono con el desafío que representa alimentar alrededor de 10 mil millones de personas para el año 2050 muchos de los referentes del sector se centraron en los consumidores, destacando el nivel de información que existe entre la población mundial que prefiere ingerir productos naturales. En este sentido coinciden en que la industria requiere modernizar los procesos para responder a la demanda.

Sin embargo el CEO del grupo Ledesma, Javier Goñi, señaló que la industria se moderniza y trata de ser sustentable. “Detrás de cada alimento que consumimos hay un montón de ingeniería, talento y procesos que muchas veces no se tienen en cuenta. El concepto de economía circular está presente desde los orígenes en la industria de alimentos y bebidas porque se trata de conservar recursos para seguir creando valor agregado”, soostuvo.

En el encuentro -que busca abarcar todas las aristas en las que interviene el sector industrial de alimentos- también se habló de sustentabilidad. Por supuesto se hizo énfasis en la producción de alimentos y su impacto ambiental.

“Hoy la producción de alimentos implica ¼ de las emisiones de gases de efecto invernadero que podrían aumentar hasta el 50% para el 2050. Además, el 70% del agua dulce extraída, la mitad de la tierra habitable y el 70% de la deforestación global están afectadas a la producción de alimentos. El desafío sistémico es como ser más sostenibles en un mundo donde un tercio de los alimentos se pierden o se vencen”, reflexionaron durante el panel.

Mientras tanto, quienes debatieron sobre tecnología e innovación advirtieron que con el modelo productivo de hoy no se alcanzará cubrir la demanda de alimentos de los próximo 20 años. Por eso insisten en que hay que buscar alternativas que vayan más allá de la eficiencia, de producir mucho más alimentos con menos recursos, y pensar en cómo hacer un uso más eficiente de la materias primas disponibles y aportarle diversos usos. 

En sintonía con esto, el secretario Vilella resaltó que “el principal agregado de valor hoy es el conocimiento”, al momento que informaba los principales objetivos de la agenda de trabajo de la Secretaría para el actual período: visión federal con una nueva matriz exportadora, promoción de la innovación y una estrategia de inserción internacional para la agroindustria.

Fuente: Bichos de Campo 

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