Menos mal que muchos vendieron trigo por anticipado en mayo porque los precios del cereal se están licuando de manera acelerada
Los productores argentinos que aprovecharon los elevados precios registrados en mayo pasado para vender por anticipado parte de la cosecha de trigo 2024/25 ahora saben que tomaron una buena decisión.
Si bien Rusia registró este año problemas climáticos que liquidaron parte de la cosecha prevista de cereales, la realidad es que –según estimaciones de la entidad que agrupa a las principales compañías exportadoras de esa nación– la oferta exportable previste sigue siendo enorme: 40 millones de toneladas.
Debido a las restricciones hídricas, la cosecha de trigo de invierno ruso, que usualmente comienza en el mes de julio, este año se adelantó y ya se encuentra en curso, lo que promovió bajas considerables en los valores FOB de exportación de trigo ruso.
Vale recordar que Rusia está atravesando un conflicto bélico con Ucrania y necesita hacerse de divisas de manera urgente, lo que implica que las exportaciones de commodities –como es el caso del trigo– se realizan a la mayor velocidad posible.
La semana pasada EE.UU. aplicó una “estocada” financiera a Rusia que desestabilizó por unos días al mercado agrícola de esa nación, aunque las autoridades monetarias rusas pudieron enderezar la situación con rapidez.
EE.UU. introdujo un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, lo que hizo que a partir del miércoles de la semana pasada la Bolsa de Moscú, el Centro Nacional de Compensación y el Depósito Nacional de Liquidación, que actúan como intermediarios en el comercio de divisas, dejaran de operar con dólares y euros. Tales operaciones pasaron a hacerse en el mercado ruso informal.
Eso provocó una revalorización del rublo que redujo los precios recibidos por los productores rusos, aunque en las últimas jornadas la moneda rusa volvió a devaluarse para llevar tranquilidad al sector agroexportador.
La presión bajista del trigo también afecta a los granos forrajeros, como es el caso del maíz, porque buena parte de las partidas de trigo de baja proteína se destinan a consumo animal. Según estimaciones del USDA, casi el 23% de la producción mundial de trigo se emplea con fines forrajeros.
En el ámbito del Mercosur, si bien el principal estado productor de trigo de Brasil (Rio Grande do Sul) resultó afectado por un desastre climático y humanitario, el organismo oficial Conab proyecta que, de todas maneras, este año el país logrará obtener una buena cosecha de trigo.
Adicionalmente, existe el riesgo de que el gobierno brasileño habilite la plena importación de trigo libre de aranceles para los orígenes extra-Mercosur, lo que podría sumar presiones bajistas a los precios de exportación de trigo argentino, uruguayo y paraguayo.
Por otra parte, Argentina se encamina, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, a lograr una cosecha potencial de trigo de 21 millones de toneladas, lo que permitiría contar, en tal escenario, con una oferta exportable considerable.
En ese marco, si bien falta mucho para la cosecha de trigo argentino 2024/25, que se inicia a fines del mes de noviembre, las variables que hacen a la formación del precio del cereal en lo inmediato son mayormente bajistas. Y eso se está reflejando de manera inconfundible en el precio del contrato Trigo Rosario Diciembre 2024 del Matba Rofex, el cual corresponde a la primera posición de la nueva cosecha 2024/25.
Fuente: Valor Soja