ALERTAN POR NUEVOS DESPIDOS EN LA INDUSTRIA FRIGORÍFICA
En este contexto, 40 trabajadores que dependen de diferentes contratistas están suspendidos.
Según Alejandro Zegna, presidente de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe (Cafrisa), la industria frigorífica nacional "vive una crisis inédita, y en materia de ganadería se está llegando a una situación terminal".
Zegna hizo estas declaraciones luego de que trascendieron el otorgamiento de vacaciones anticipadas y las cesantías que se verificaron la semana pasada en el frigorífico Friar, del grupo Vicentín, con sede en Reconquista, en el extremo norte de esta provincia, donde 400 empleados contratados fueron cesanteados.
"Sabemos cuál es la crisis prácticamente terminal que vive la industria, tanto de consumo como de exportación. Ante ese parate de las exportaciones, y con la expectativa de anuncios, Friar había aprovechado para hacer tareas de reacondicionamiento de la planta. Pero la cosa sigue parada, y esa gente que había sido contratada para esas tareas ahora quedó cesanteada. No era personal de planta permanente de la empresa, sólo contratados para mantenimiento en la planta de Reconquista", explicó Zegna.
En el curso de la última semana, Friar dispuso medidas en los frigoríficos Nelson (50 kilómetros al norte de esta ciudad) y El Toba, en la provincia de Chaco. La empresa además paralizó momentáneamente la inversión en obras que se estaban ejecutando en Reconquista.
En este contexto, 40 trabajadores que dependen de diferentes contratistas están suspendidos.
Desde el sector obrero ya comenzaron los cuestionamientos a la medida adoptada. "Tenemos conocimiento de que dejarían de funcionar los frigoríficos de Nelson y El Toba (donde trabajan 400 personas), y que la actividad se concentrará en Reconquista", sostuvo Leonardo Escobar, secretario general del Sindicato de la Carne de Reconquista.
"No es noticia que la industria de la carne venga desde hace un largo tiempo atravesando situaciones difíciles", acotó el gremialista.
Para Escobar, "la restricción de las exportaciones hizo que los exportadores intenten vender la carne en el mercado interno, pero eso es muy difícil".
Según informes a los que tuvo acceso La Nacion, el sector gremial entiende que lo que sucede es el indicio de la crisis que atraviesa el sector cárnico.
"Por ahora la faena se mantiene normal en Reconquista, con 700 trabajadores que faenan unas 850 cabezas diarias. Es decir, por ahora no se afectó a ningún trabajador de Friar ni de Vicentín. Pero la situación es muy complicada. Prácticamente, un 40 por ciento de la industria frigorífica exportadora está con garantía horaria o cerrada", señaló Escobar.
"Pero ante esta situación, representantes de la firma Vicentín pidieron al personal un acto de consideración de los trabajadores para que éstos donen horas de trabajo a la empresa. Los obreros no aceptaron la propuesta", informó el gremialista.
Para Zegna, ésta es una crisis inédita. "Fuera de otras crisis, que obedecían a otros factores, acá se juntaron una serie de situaciones. Los problemas en materia de ganadería, que llegó a la situación de quebranto más grande en estos tiempos. A eso se suma la política del gobierno nacional de restringir a cero las exportaciones. El famoso «Carne para todos», que terminó siendo carnes para menos. Y, finalmente, el incremento que tuvo el precio de la carne en el mostrador y su reemplazo en el consumo de la gente por otros sucedáneos, que están subsidiados y que cambiaron el hábito de consumo de los argentinos", destacó el presidente de Cafrisa.
Difícil de revertir
Para Zegna, los números hablan por sí solos de la crisis que atraviesa el sector: se está en el nivel de faena de carne vacuna más baja de los últimos años y el consumo per cápita bajó de 74 kilos por año a casi 50. "Esta es una realidad que se instaló y va a ser muy difícil de revertir en el corto plazo", afirmó Zegna.
Seguidamente, el empresario comentó que sobre 400 plantas frigoríficas que hay a nivel nacional, hay unas 120 cerradas.
"Las que quedan en pie están haciendo la plancha. Si se reabrieran las exportaciones totalmente, lo único rentable de hacer es la cuota Hilton. Pero lo peor es que no hay precios para hacer negocios y el consumo se está readaptando a esta realidad. Las plantas se readaptan, reducen gastos para poder subsistir y poder capear este temporal, que durará, como mínimo, dos o tres años", advirtió Zegna.
Fuente: José Bordón, La Nación; Cuenca Rural.