Milei y el campo apoyo explícito, mensajes de paciencia y el test de los números
Como pocas veces antes hubo hacia el campo un reconocimiento tan explícito de un presidente de la Nación como el que hizo hoy Javier Milei en su discurso en la Exposición Rural de Palermo.
Habló de los productores como “héroes” y destacó: “Es simplemente un hecho, una verdad inobjetable, que los días más felices de la historia argentina fueron los días más felices de la historia del campo, y que los días más tristes de la historia argentina fueron los momentos más duros para la actividad agropecuaria”. Una curiosa reminiscencia a la frase “los días más felices fueron, son y serán peronistas”.
Ese reconocimiento y el compromiso de que alguna vez llegará un futuro mejor, atemperan la incomodidad que se va extendiendo en el sector por la persistencia de impuestos distorsivos como los derechos de exportación (DEX) y los efectos nocivos del cepo cambiario.
Fue por eso que el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, habló de “paciencia”, la misma que tiene el electorado que votó al libertario en noviembre del año pasado frente a las medidas de ajuste.
Milei había prometido en la campaña electoral eliminar los DEX, conocidos como retenciones, que, por ejemplo, hacen que el Estado se quede con el equivalente de un camión de soja de cada tres que se despachan a puerto.
Aunque no dio una fecha precisa sobre cuándo lo haría, esa intención, además de su prédica en contra de la intervención del Estado en la economía, fue lo que generó el amplio apoyo electoral en las zonas rurales que cosechó La Libertad Avanza.
“Prefiero una verdad dura antes que una mentira confortable”, dijo Milei, en una clara referencia a por qué no podía eliminar ya las retenciones. Marcó un contraste con el gobierno de Mauricio Macri, que llevó a cero las retenciones al trigo y al maíz apenas asumió y tuvo que aumentarlas en septiembre de 2018 por la crisis financiera. “Ya hemos vivido esa historia: gobiernos que se apuran en dar soluciones que luego no pueden sostener y terminan generando un daño peor que el que habían iniciado”, dijo el Presidente.
La tolerancia es mutua. El Gobierno no presiona a los productores para que aceleren sus ventas de soja, pese a que hay granos en su poder por entre US$10.000 y US$13.000 millones, cifras que podrían servir para levantar el cepo. Tampoco tienta a los exportadores con un tipo de cambio diferencial tal como lo habían conseguido con Sergio Massa.
Esos signos de paciencia se dan en un contexto internacional cada vez más difícil para los precios de los productos que exporta la Argentina. Según cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario, el agro aportaría divisas este año por unos US$30.000 millones, unos US$12.000 millones menos que los ingresados en 2022, año que no tuvo las complicaciones climáticas que afectaron al agro en 2023. Solo en soja, la baja es del 34,1% respecto de hace dos años. Para los productores, eso significa que los números están cada vez más ajustados.
Aún así la respuesta del agro al Gobierno es favorable, más allá de los discursos. En el primer test del gobierno de Milei con el campo, el resultado fue positivo. El trigo que se sembró en mayo y junio pasado tuvo un aumento del área en 400.000 hectáreas en comparación con 2023. Una súbita caída del precio internacional de los fertilizantes, un alza en las cotizaciones del cereal y el fin de la fijación de cupos para exportar impulsaron la recuperación de la superficie sembrada. Serán más dólares que ingresarán a fin de año.
Milei tendrá el próximo test con el campo con la campaña de granos gruesos 2024/25 que comienza en septiembre próximo: se sembrará con cepo y retenciones y, probablemente, se coseche con otras reglas. La anunciada baja del impuesto PAIS al 7,5% servirá para bajar el costo de los insumos. En el momento de las decisiones quedan en el recuerdo hasta los mejores elogios.
Fuente: Diario La Nación