Según un analista calculan que una baja de retenciones a la soja podría disparar ventas por US$8600 millones hasta fin de año
En la última década, la Argentina dejó de ganar US$28.502 millones debido al peso de las retenciones a la soja, el principal cultivo generador de divisas del país. Esta cifra se debe, principalmente, a la disminución en la superficie de siembra y producción de soja y, por consiguiente, menor mercadería para exportar
Así lo advirtió el analista del mercado de granos Pablo Adreani en un informe donde explicó que esto afectó la molienda del grano y las exportaciones de aceite y harina de la oleaginosa producidos por la industria aceitera, impactando negativamente en los ingresos de divisas y en los márgenes de los productores. Adreani proyectó que bajar las retenciones del 33 al 25% podría generar hasta diciembre próximo ventas por US$8600 millones por la soja de la última cosecha que todavía no se vendió.
El trabajo detalló que el mayor nivel de siembra se alcanzó en el primer año de la presidencia de Mauricio Macri, impulsado por la decisión de eliminar las retenciones al maíz y el trigo y la reducción de las retenciones a la soja del 30 al 35% [después, en 2018, se puso un esquema que al final del mandato dejó la alícuota en el equivalente a 24,7%].
“Con retenciones a cero al trigo y al maíz se produjo un fuerte aumento en la superficie de ambos cultivos generando un círculo virtuoso, al permitir a los productores volver al sistema de rotaciones entre gramíneas y forrajeras (trigo y maíz) y oleaginosas (soja)”, destacó.
Desde el pico de “euforia productiva” en el 2015/16 hasta la fecha la superficie se fue reduciendo en forma ininterrumpida hasta llegar a 16,2 millones de hectáreas, la menor superficie de siembra de los últimos 15 años, recortándose en 3,9 millones de hectáreas con respecto a los 20,1 millones de hectáreas de 2015/16.
En cuanto a las zonas más afectadas por la reducción del área, la mayor caída no se produjo en las regiones del NEA-NOA, que están alejadas de los puertos y terminales aceiteras, sino en las regiones más cercanas a estas áreas. “La zona donde más se redujo la superficie de siembra fue la Región VI Núcleo Norte y la Región VII Núcleo, con una pérdida de 1,578 millones de hectáreas”, señaló. Incluso en la Región III Centro Norte de Córdoba la pérdida alcanzó las 753.358 hectáreas.
El impacto de esta disminución no solo afectó a los productores, sino también al ingreso de divisas del país. “Entre 2013 y 2023 se perdieron 2,9 millones de hectáreas de soja”, indicó Adreani.
El analista también evaluó el posible impacto de una reducción de las retenciones a la soja del 33% al 25%. Según el informe, esta medida tendría un costo fiscal para el gobierno de US$960 millones. Sin embargo podría liberar un potencial ingreso de divisas de US$8600 millones si los productores decidieran vender las 21 millones de toneladas del grano que aún no se han comercializado. “Este es el potencial ingreso de divisas que podrían volcar los productores entre septiembre y diciembre de 2024, si el Gobierno toma la decisión de bajar las retenciones”, explicó Adreani.
Como conclusión, el consultor hizo una enumeración de los beneficios que tendría bajar las retenciones. En primer lugar, indicó que mejoraría y diversificaría la matriz productiva y agroexportadora, estabilizando el ingreso de divisas provenientes de la soja y su complejo agroindustrial. Además, reduciría el riesgo climático al diversificar el portafolio productivo y expandir el cultivo de soja a zonas del NOA y NEA.
La producción de soja también se vería beneficiada con un aumento probable de 11 millones de toneladas para la cosecha 2025, lo que podría generar un ingreso de divisas superior a los 23.000 millones de dólares. Cada millón de hectáreas de soja adicionales produciría tres millones de toneladas, con un valor de mercado de 1200 millones de dólares.
Fuente: Diario La Nación