Se habla solo de Vaca Muerta, no de la Vaca Viva inquietud en el sector privado por una ley que impulsaría el Gobierno para los biocombustibles
No es un “secreto” que el gobierno nacional está buscando desregular el mercado de los biocombustibles y, en esa línea, el sector empresario se ha ido enterando de manera extraoficial de la intención de la Secretaría de Coordinación de Energía y Minería, a cargo de Daniel González, de avanzar con un proyecto de ley.
Pero los empresarios no han sido convocados. Entre las versiones que circulan es que un borrador, en reserva, ya está en la Comisión de Energía y Combustibles de la Cámara de Diputados. Según trascendió, el proyecto estaría “enfocado en la oferta y la demanda”.
Juan Facciano, presidente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer), recordó que desde el sector han trabajado y participado en un proyecto de la Liga Bioenergética que integran las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Jujuy, Salta y Tucumán. Se trata de un proyecto “superador” de la ley actual que, dijo, consideró aspectos principales que tenía el borrador del proyecto que integró la primera ley ómnibus que el Gobierno tuvo que modificar y, en el caso de los biocombustibles, no quedó incluido.
“No nos han contactado, convocado ni compartido borrador alguno ni las ideas”, puntualizó Facciano. “El proyecto tiene que observar y contemplar todas las cuestiones que fueron planteadas oportunamente por las provincias y las distintas cámaras empresariales de la industria del biocombustible. No puede haber un proyecto que libere y desregularice en su totalidad la industria porque tampoco está desregularizada. No puede haber un proyecto hecho a la medida de la industria petrolera, como lo era la primera versión de modificación de la ley de biocombustible que estaba en el primer borrador del proyecto”, observó.
Remarcó que “el proyecto debería contemplar primero la realidad de cada una de las industrias de los biocombustibles, porque no es lo mismo el biodiésel de las pymes que el biodiésel de las aceiteras o bioetanol de maíz o de caña. Justamente, el proyecto de la Liga logró consensuar las necesidades y los intereses de toda la industria más allá de algún matiz o diferencia”, puntualizó. El proyecto, insistió, tiene que contemplar el marco regulatorio especialmente en lo que concierne a la determinación y publicación de precios acorde a los costos que tiene la industria.
Federico Pucciarello, titular de Bioenergy y presidente de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb), señaló que desde su sector siempre buscan aumentar el mercado interno para que entren todos los productores. Según el empresario, “las petroleras no quieren ningún corte” y esto traba toda posibilidad de aumentar los cortes obligatorios.
El corte obligatorio del biodiésel es del 5% biodiésel con gasoil. Puede bajarse hasta un mínimo de 3% y subirse sin topes. En la actualidad se encuentra en el 7,5%. En tanto, la ley de la Liga Bioenergética propone llevarlo a 15%. El gobierno evaluaría llevarlo solo al 10 en la nueva ley.
Para estimular el crecimiento, dijo Pucciarello, es fundamental aumentar las inversiones y atraer más aceiteras. Por eso, remarcó que la única solución viable radica en expandir la producción, como sucede en Estados Unidos, Brasil y los países de Europa. La industria buscaba en la propuesta de la ley ómnibus un corte de un 18% en adelante para el caso del biodiésel y un 25% en adelante para el etanol.
En tanto, dicen que ahora las petroleras buscan un libre mercado para comprar la materia prima más barata. Brasil no tiene retenciones y allí el negocio no está distorsionado. “Nosotros [los argentinos] distorsionamos cada cosa y hacemos que el negocio no sea viable para nadie. Las pymes somos víctimas absolutas de lo que está pasando; es una irrealidad absoluta y la ley no se respeta. Se publica un precio muy inferior a lo que establece la ley. Estamos a pérdida: estamos perdiendo plata”, apuntó. La estrategia, apuntó, es prender y apagar la planta para morigerar los costos.
“En la Argentina a nivel energético se habla solo de Vaca Muerta y no de la Vaca Viva, no de la bioeconomía. El mundo va hacia la bioeconomía. Estamos entrando en el negocio del petróleo 200 años tarde”, resumió.
Fuente: Diario La Nación