Creció un 300 % una hortaliza desató un boom, “explotó” una región y hay un dato sobresaliente de su exportación
En los últimos años, la provincia de Río Negro se ha convertido en la región con mayor crecimiento y desarrollo del cultivo de cebolla en la Argentina. Si bien el cultivo lleva varias décadas en territorio provincial, con una superficie sostenida que rondaba las 3000 hectáreas en las décadas de 1990 y 2000
Hasta la campaña 2019/2020, la participación porcentual de cebolla producida en el sur argentino provenía de Río Negro, que ostentaba unas 3300 hectáreas (25%) y del sur de la provincia de Buenos Aires, con 12.000 hectáreas (75%). A partir de la campaña 2020/2021 se produjo una enorme migración de productores desde el sur bonaerense hacia Río Negro. Eso balanceó la participación en la superficie de siembra entre ambas regiones. Así, en la temporada 2024/2025 se sembraron en esta provincia patagónica unas 8000 hectáreas, lo que representa un incremento en la superficie provincial de más del 300% y de más del 50% en la superficie de cebolla total del sur argentino.
Río Negro está entre las mejores zonas del mundo para la producción de esta hortaliza, gracias a las condiciones agroclimáticas que posee la provincia, sumado a la disponibilidad de agua en cantidad y de calidad para riego, las tierras de alto valor productivo, la alta heliofanía y los inviernos fríos y secos que favorecen la conservación a campo “en pilas”. La cebolla representa en la actualidad el cultivo hortícola más importante de la provincia, con más de 400 productores.
Las variedades que se siembran en la provincia son en su mayoría cebollas tardías (75%), que se siembran a partir de mediados de agosto y hasta septiembre inclusive, y se cosechan durante febrero y marzo. Dentro de este grupo de cebollas, la mayor parte corresponde a cebollas amarillas (90%) y una menor proporción a cebollas moradas (8%) y blancas (menor a 2%). Una vez cosechada, la cebolla se conserva en pilas a campo, y se va “descolando” y comercializando en el momento oportuno.
También se siembran cebollas tempranas (25%) durante abril y mayo, que se cosechan en diciembre y principios de enero. En ese caso y al no tener capacidad de guarda a campo, las variedades utilizadas se comercializan rápidamente en el mercado interno.
Tal como indican desde el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo rionegrino, el rendimiento promedio de la cebolla oscila entre las 40 y 50 toneladas por hectárea. De todos modos, aclaran que ese promedio está fuertemente influenciado por las prácticas tradicionales de producción (riego gravitacional por surco, semillas de polinización abierta, siembra a chorrillo, etc), que hoy representan aproximadamente el 80% de la superficie total de cebolla en la provincia.
Sin embargo, hay un grupo de productores que están implementando con mucho éxito un paquete tecnológico que involucra la implementación de riego por goteo, siembra de precisión y semillas híbridas, entre otras prácticas, y consiguen obtener rendimientos del orden de las 100 a 120 toneladas por hectárea.
“Está demostrado que la implementación de riego por goteo en el cultivo de cebolla y su paquete tecnológico genera rendimientos que duplican los de los sistemas convencionales con riego gravitatorio. A su vez, se logra una calidad de cebolla muy superior, ya sea en aspectos físicos (forma, homogeneidad de calibres, etc) como sanitarios (menor impacto de enfermedades)”, señala a LA NACION Lucio Reinoso, secretario de Agricultura de Río Negro.
Y agrega: “La implementación de riego por goteo –además de generar un ahorro en la utilización de agua dadas las altas eficiencias de aplicación que se logran– redunda en una menor utilización de productos fitosanitarios por unidad de superficie, como así también una aplicación eficiente de fertilizantes, lo que en definitiva favorece el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales”.
El suministro de agua directamente a las raíces de las plantas proporciona diversos beneficios como un aumento de los rendimientos, una mejora de la calidad de la cebolla, una mayor eficiencia (cercana el 90%) y una reducción de enfermedades. Además del riego por goteo, en la provincia se ha comenzado a adoptar la siembra neumática y la fertilización balanceada.
Mercado exportador
Históricamente, el mercado exportador de cebolla de Río Negro está influenciado por la demanda de Brasil, que absorbe aproximadamente el 90% de la cebolla de la provincia, seguido por Paraguay, Uruguay, la Unión Europea y otros, que concentran el restante 10% con gran variabilidad año a año.
Asimismo, cerca del 90% de la cebolla que se exporta desde la Argentina proviene de Río Negro y del sur de la provincia de Buenos Aires. Durante la última temporada de exportación, salieron desde Río Negro 80.126 toneladas de cebolla con destino a exportación.
Desde la Secretaría de Agricultura rionegrina advierten que la devaluación del real brasileño ha generado una serie de repercusiones en la economía de ambos países, y una de las áreas más afectadas es el comercio bilateral, especialmente en el sector agrícola.
“En el caso de la cebolla argentina, y si bien la demanda de cebolla del país vecino resulta relativamente inelástica (su consumo no sufre grandes variaciones ante fluctuaciones en el precio), de mantenerse esta situación impactaría negativamente en el precio pagado a los productores argentinos. Por tal motivo, resulta imperiosa la necesidad de trabajar conjuntamente entre las instituciones gubernamentales y los productores en el desarrollo de nuevos destinos para la cebolla rionegrina”, considera Reinoso.
En ese sentido, los gobiernos de Río Negro y Buenos Aires están organizando la edición 26a. del Seminario de Cebolla del Mercosur, que se llevará a cabo el 21 y 22 marzo de 2025 en Viedma e Hilario Ascasubi. La idea es “reunir a productores, empresas e instituciones para compartir y analizar la actualidad del sector cebollero nacional e internacional, incluyendo temas técnicos, de mercado y una exposición sobre la problemática y oferta estimada de cada región o país”
Fuente: Diario La Nación