El Titanic sojero argentino tiene 19 millones de toneladas que van camino a chocar con el iceberg de la nueva cosecha
Analistas agrícolas se cansaron de advertir el año pasado que la tendencia de precios para la soja en la presente campaña era claramente bajista. Parece que tales esfuerzos no resultaron suficientes para un gran número de productores argentinos.
Al pasado 31 de diciembre –último dato oficial publicado– las ventas de soja 2023/24 sumaban 35,6 millones de toneladas, una cifra equivalente al 71,0% de la cosecha total del presente año (50,2 millones de toneladas según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires).
Se trata de un número, en términos relativos, bajo considerando la historia reciente, dado que es ocho puntos y medio inferior al promedio registrado entre los ciclos 2018/19 y 2021/22. Las campañas 2017/18 y 2022/23 no son comparables porque fueron afectadas por desastres climáticos
Si se considera el volumen de las ventas realizadas con precio abierto que están pendientes de fijación (4,73 millones de toneladas) y los contratos abiertos en el Matba Rofex de futuros y opciones de Soja Rosario del ciclo comercial 2023/24, es factible advertir que 19 millones de toneladas de soja del presente ciclo comercial no tienen precio hecho.
El panorama no luce alentador porque los precios de la soja están en el “subsuelo” y, con el ingreso de la soja brasileña al mercado internacional, es sólo cuestión de tiempo que el poroto argentino comience a sentir el impacto de la “fuerza de gravedad” del gigante vecino.
Resulta penoso saber que hasta hace apenas unas semanas atrás había posibilidades de tomar precios del contrato Soja Rosario Enero 2025 del Matba Rofex con valores superiores a los 310 u$s/tonelada. Este martes el valor promedio negociado de esa posición fue de 278,6 u$s/tonelada.
Quedarse sentado a esperar el “empalme” de la nueva cosecha (abril) no tiene sentido porque los precios de la misma son menores a los actuales. El contrato Soja Rosario Mayo 2025 terminó hoy en 270,5 u$s/tonelada.
Mientras que los empresarios agrícolas más profesionales realizaron en 2023/24 coberturas comerciales y gestiones financieras que les permitieron obtener importantes diferenciales, existe una proporción significativa de pequeños y mediados productores que quedaron al margen de esas oportunidades y ahora deben hacer frente a tenencias de soja con valores inferiores a los presupuestados.
Una cifra de 19 millones de toneladas, en la actual coyuntura, es un número demasiado grande para tratarse meramente de un problema sectorial, porque la descapitalización que experimentarán las empresas agrícolas afectadas será muy perniciosa para las economías comunales y provinciales.
Prácticamente el único que puede hacer algo al respecto es el presidente Javier Milei eliminando o reduciendo los derechos de exportación sobre los productos del complejo sojero.
Como si se tratara de un “Titanic” sojero, lo peor que puede llegar a suceder es que gran parte de la mercadería 2023/24 sin vender se encuentre con la cosecha 2024/25, porque ese escenario –con o sin sequía– tendrá un efecto perjudicial para los precios internos del poroto.
Fuente: Bichos de Campo