No encontró su techo la carne vacuna subió hasta 18% en las últimas tres semanas y, por ahora, el consumidor lo convalidó
Con una inflación a la baja y un dólar planchado que es clave porque repercute de manera directa en los precios de los alimentos, en el último trimestre y, en particular en las últimas tres semanas, el valor de la hacienda en pie y, por ende el de la carne vacuna, tuvieron un recorrido a la inversa y pusieron el pie en el acelerador
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Según los cortes, los precios van de 12.000 a 16.000 pesos por kilo; versus hace tres meses el encarecimiento del producto ya alcanza el 28%
Con una inflación a la baja y un dólar planchado que es clave porque repercute de manera directa en los precios de los alimentos, en el último trimestre y, en particular en las últimas tres semanas, el valor de la hacienda en pie y, por ende el de la carne vacuna, tuvieron un recorrido a la inversa y pusieron el pie en el acelerador. El ganado subió entre un 12 y 18%, según la categoría. Mientras tanto, en la góndola el producto se encareció entre un 16 y un 18% en las últimas tres semanas. Versus hace tres meses el incremento se estira al 28%, por encima de una inflación que no llega al 10% para el mismo período.
Luego de meses de pérdidas contra el IPC, el precio de los animales en el Mercado Agroganadero (MAG) de Cañuelas recompuso su valor deprimido. En tanto que hoy en el mostrador para la venta al público los valores por kilo se pueden encontrar entre 12.000, 15.000 y 16.000 pesos el kilo. En el sector señalan que, pese a los nuevos aumentos, los consumidores los han convalidado y no se registran caídas en las ventas.
“Con el valor proteico que tiene, comparado con otros artículos de la canasta, la carne sigue siendo un producto barato. Creo que hasta estos precios el consumidor los convalida. Hay que ver qué es lo que pasa si se registran nuevos aumentos o nuevos máximos”, dijo a LA NACION Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya).
El dirigente señaló que hoy, con un nuevo aumento de entre 50 y 100 pesos por kilo vivo, afirmado sobre los precios de entre $3000 y $3100, la hacienda encontró “su piso” en estos valores. “No creo que bajen. En algún momento puede llegar a descomprimir pero estos valores son necesarios para poder producir, porque una invernada en 3100 y 3200 pesos el kilo y un maíz en $2600 y $2700 el kilo, ese número sería la conversión para que esos valores sirvan y cierren en cuanto a la ecuación que necesita el productor y sea tentativo y rentable el negocio”, indicó.
“El aumento de la carne todavía no se registró, no tiene un techo. La suba de hoy reafirmó lo que se venía dando antes y solamente en algún lote con máximo. Ahora hay muchos lotes que se han estabilizado en esos valores de entre 3100, 3050 y 3150 pesos. Ayer hubo ventas de 3270 y 3250 pesos el kilo, siendo nuevos máximos sobre hacienda liviana, terminada de muy buena calidad. Entonces, todavía no se sabe dónde va a llegar el aumento”, añadió.
Según datos del consultor ganadero Víctor Tonelli, en el interanual de enero 2024 a enero 2025 el resultado final de la hacienda liviana o de consumo es de casi 25 puntos porcentuales por debajo de la inflación. En esa misma línea, la carne vacuna también estuvo casi unos 20 puntos porcentuales de la inflación.
Ahora, si se va a un periodo corto y se comparan los valores de noviembre último con los de la primera semana de febrero, ahí sí hay casi un 25% de aumento en la hacienda y 28% al público. “El impacto se ha dado básicamente en los últimos tres meses. La carne y el ganado venían muy atrasados y se han recuperado fuerte en los últimos tres meses, que lleva a 25% de ajuste en la hacienda y algo más del 28% en la carne al consumidor”, aseguró. Para Tonelli, hasta octubre, tanto el valor del ganado como de la carne estuvo amesetado.
“Este es el impacto que ha hecho que hoy todo el mundo está hablando del precio de la carne vacuna, sumado a que la inflación en este trimestre se ha movido un poco por debajo de 10%, en comparación la suba del ganado y de la carne”, agregó.
Entre las razones, Tonelli señaló como principal causa a la caída de la oferta. “Para este año, claramente se espera una caída en la oferta en el orden de entre el 5 y el 7%, derivado básicamente de la liquidación que hubo en el 2022, 2023 y 2024, generada por la sequía. Esto se va a ir confirmando a medida que avance este año, mientras efectivamente el clima permita la recuperación de oferta forrajera. Estas van a ser las claves”, afirmó.
Para Rafael, lo que está pasando es que no hay una buena entrada de hacienda para faena porque en los feedlots [establecimientos de engorde a corral] todavía no hay un volumen de salida considerable. “A mediados o fin de febrero se van a abrir más los corrales y habrá más abastecimiento de hacienda terminada. Tuvimos un momento de incertidumbre y bajón de oferta entre la segunda quincena de enero y los primeros [días] de este mes que continua por falta de terminación de los animales en los corrales”, finalizó.
Fuente: Diario La Nación