La situación del campo para comprar una camioneta hace falta un 23% más de soja que el año pasado, según un informe
La soja es el principal cultivo de la Argentina en términos de superficie sembrada, producción y exportaciones. Además, es una de las mayores fuentes de divisas para el país. Sin embargo, en el último año, fue el cultivo que registró la mayor pérdida de poder adquisitivo.
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Un informe de Coninagro detalló cuánta soja adicional se necesita ahora para adquirir maquinaria e insumos agrícolas en comparación con años anteriores.
Uno de los rubros donde esta pérdida se hace más evidente es el de la maquinaria agrícola. Según el informe, en enero de 2025 se requirió un 20% más de toneladas de soja para comprar una cosechadora respecto a enero de 2024. En términos absolutos, se necesitaron 1650 toneladas de soja para adquirir una cosechadora, es decir, 270 toneladas más que un año atrás. Una de las variables donde esta pérdida ha sido más pronunciada es precisamente en la maquinaria agrícola.
Si se compara con el promedio de los últimos cinco años, la situación es aún más llamativa. “Se precisa un 39% más de soja para comprar una cosechadora, 42% más para una sembradora y 38% más para un tractor”, precisó el documento.
En cuanto a la compra de una camioneta, hoy se requiere un 23% más de soja para adquirirla. Hacen falta 139 toneladas cuando el año pasado se necesitaban 113 toneladas.
El encarecimiento de los fletes también impactó en la rentabilidad del cultivo. “En enero de 2025 se requirieron 34% más de kilos de soja para pagar un flete que en enero de 2024″, explicó el informe. Gran parte de este aumento está relacionado con el gasoil, un insumo clave para el transporte y la logística agropecuaria. “En enero de 2025 se necesitaron 40% más de kilos de soja para pagar un litro de gasoil que en enero de 2024″.
A pesar de este panorama, algunos insumos mostraron cierta mejora en la relación de intercambio con la soja. “La relación de intercambio entre soja y fertilizante DAP (fosfato diamónico) viene mejorando. En enero de 2025 se necesitaron 2,9 kg de soja para adquirir 1 kg de DAP, mientras que en enero de 2024 era de 3,1 kg, representando una baja del 6% en un año”, destacó el estudio. Sin embargo, al tomar el promedio de los últimos cinco años, los valores actuales están un 14% por encima, lo que significa que se necesita un 14% más de soja para adquirir este fertilizante.
En el caso del glifosato, la reducción en su precio a nivel internacional, tras los récords de 2022, generó un impacto positivo en los costos para los productores. “En enero de 2025 se requirieron 34% menos kilos de soja respecto a enero de 2024, y cayó 22% con respecto al promedio de los últimos cinco años”, señaló Coninagro. De este modo, el poder de compra de la soja mejoró sensiblemente en relación con este herbicida.
Otro dato positivo se observó en la relación entre la soja y el valor de la tierra. “En enero de 2025 eran necesarias 58,9 toneladas de soja para comprar una hectárea. En enero de 2024 se precisaron 61,4 toneladas, lo que representa una disminución de 2,5 toneladas (-4%) en un año”, dijo el informe. Aún más significativo es el dato del promedio de los últimos cinco años, cuando se necesitaban 65,2 toneladas: “Esto indica que los valores actuales son un 10% inferiores al promedio histórico”.
Según el estudio, la reducción de la brecha cambiaria ha influido en esta mejora, ya que el valor de los campos está expresado en dólares MEP/Blue, mientras que el valor de la soja se mide en dólares oficiales.
Desde Coninagro explicaron que este estudio tiene como objetivo monitorear la evolución de las relaciones entre precios y costos en el agro, proporcionando una herramienta clave para evaluar la competitividad de los productores. “Este enfoque, basado en un análisis insumo-producto, permite observar integralmente las dinámicas de costos y precios, ofreciendo una perspectiva valiosa sobre la competitividad del sector”, indicaron.
Además de la soja, el informe analizó otros cinco productos: maíz, trigo, ternero, novillito y leche. En enero de 2025, en maíz se necesitó un 11% menos para comprar semilla y un 46% menos para adquirir urea en comparación con enero de 2024. En contraste, el costo del gasoil y el flete aumentó, requiriendo un 15% y 10% más de maíz para su compra. La cosechadora, por su parte, tuvo una leve baja del 2%.
En el caso del trigo, la cantidad necesaria para adquirir semillas y urea disminuyó un 23% y 36%, respectivamente, lo que indicó una mejora en el poder de compra para estos insumos. Sin embargo, los costos de la cosechadora, el gasoil y el flete aumentaron. Se requirió un 16%, 37% y 30% más de trigo, respectivamente, para su adquisición el mes pasado.
El poder de compra del novillito también mostró mejoras en insumos clave. En enero de 2025 se requirieron 42% menos kilos de soja para comprar alfalfa, 24% menos para un tractor y 20% menos para una pick-up.
En cuanto a la leche, se observó que ha ganado poder adquisitivo en insumos como maíz (-27%), alfalfa (-46%) y gasoil (-16%). La única variación negativa se da en el salario, cuyo costo aumentó un 24% en el último año.