Frente al próximo aluvión de soja brasileña, no conviene ir a ciegas al mercado
La venden con una muy marcada estacionalidad: en el período marzo/junio con un promedio de 14 millones de toneladas mensuales con picos de 16 millones de toneladas mensuales

Chicago enfrenta una pulseada interesante en las próximas semanas. Por un lado, se viene una cosecha de soja récord en Brasil (para muchos, superior a las 170 MMTT) y ello es un factor depresor para las cotizaciones. Por el otro, se espera un recorte del área de soja en los EE.UU. para la nueva temporada y ello podría llevar a números muy ajustados en dicha nación al cierre del ciclo 2025/26 (dato alcista para Chicago).
Al momento de escribir estas líneas se espera la primera proyección “oficiosa” de los técnicos el USDA en tal sentido (AgForum en Washington). Los números oficiales de área se darán a conocer a fines de este mes. Luego, ya entrados en marzo, los pronósticos climáticos para EE.UU. en el período abril/julio se instalarán como un factor de mercado de enorme importancia. Es decir, el clásico “Weather Market” de cada temporada.
Hasta aquí, la secuencia lógica de los factores de mercado con injerencia habitual en los precios. Preguntas: ¿está bien tratar de imaginar escenarios de precios con los parámetros citados? ¿”Chicago queda en EE.UU.” sigue siendo una frase válida? Como autor de ésta, confieso que tengo mis dudas. Sudamérica va camino a duplicar la producción sojera estadounidense con Brasil como factor determinante -obviamente- y la adecuada ponderación de esta realidad no es menor. Nuestros vecinos planean alcanzar las 180 MMTT para el 2025/26. Y la venden con una muy marcada estacionalidad. En el período marzo/junio con un promedio de 14 MMTT mensuales con picos de 16 MMTt. Cosechan y venden, protegidos por una política cambiaria que los considera. En términos generales puede afirmarse que no usan silos bolsa, no venden forward ni realizan coberturas con opciones. Y la depreciación del real les permite obtener muchos más dólares billete por tonelada que en nuestra plaza. Los productores argentinos compiten en condiciones muy desventajosas, con una presión impositiva insoportable.
Ahora bien, es importante destacar que, en igualdad de condiciones, somos imbatibles. ¿Podrían los productores brasileños producir soja puesta en puerto a 265 dólares billete por tonelada como lo hace el productor argentino? Porque el resto se lo lleva el Estado. De allí que sea clave que el Gobierno clarifique como seguirá esta historia de los DEX (derechos de exportación), para ver si convienen seguir apostando a un producto que no puede competir en la plaza internacional. Los DEX distorsionan todo. Distorsionan la asignación de recursos al tiempo que condicionan la producción argentina.
Pero, volvamos al día a día. La plaza triguera evoluciona bien. Nuestros precios FOB son competitivos y para más adelante el arancel del Mercosur puede mejorar el panorama. El girasol es la “vedette” del año. Lástima la falta de transparencia del mercado. Da para más. El maíz también plantea un escenario amigable, claramente traccionado por el consumo interno. Un buen presente en materia de precios (para aprovechar) y un excelente futuro para el último trimestre del año. En el medio, la necesidad de colocar el excedente exportable puede amesetar los precios. La plaza sojera, insistimos, es la más compleja. Precios disponibles y para mayo en niveles para aprovechar. Pero ir a la cancha “a ciegas”, sin tomar precauciones ante el aluvión de soja brasileña, puede no ser lo más aconsejable.
Fuente: Diario La Nación